El presunto agresor había sido arrestado hace un mes por portar un destornillador, pero no estaba bajo vigilancia de la policía por radicalización islámica, dijo el ministro del Interior de Francia.
El principal sospechoso de un doble apuñalamiento en París dijo a los investigadores que realizó el ataque porque estaba furioso con unas caricaturas del profeta Mahoma publicadas recientemente por la revista satírica Charlie Hebdo, informó el sábado un funcionario judicial.
Dos personas resultaron heridas y siete están bajo custodia —incluido el presunto agresor— después del ataque del viernes con un cuchillo de carnicero frente a las antiguas oficinas del semanario en el este de París, que las autoridades antiterroristas están investigando como un ataque extremista islámico.
Interrogado por los investigadores, el principal sospechoso reconoció haber llevado a cabo el ataque y dijo que su objetivo era Charlie Hebdo debido a las caricaturas, según un funcionario cercano a la investigación que no estaba autorizado a ser identificado públicamente para discutir una investigación en curso.
El presunto agresor había sido arrestado hace un mes por portar un destornillador, pero no estaba bajo vigilancia de la policía por radicalización islámica, dijo el ministro del Interior de Francia, Gerald Darmanin.
El funcionario agregó que el destornillador fue considerado un arma, sin explicar por qué. El ministro del Interior precisó que el sospechoso llegó a Francia hace tres años como un menor no acompañado, al parecer procedente de Pakistán, pero su identidad continúa siendo verificada. “Es evidentemente un acto de terrorismo islámico”, afirmó Darmanin en entrevista con el canal público France-2. “Hay poca duda de ello.
Es un nuevo ataque sangriento contra nuestro país: contra periodistas, contra esta sociedad”. Otras siete personas fueron detenidas tras el ataque del viernes, pero una fue puesta en libertad, según funcionarios judiciales.
Cinco de los detenidos fueron detenidos en el suburbio parisino de Pantin, en una residencia donde se cree que vivía el sospechoso, dijo un policía. El fiscal Jean-Francois Ricard señaló que el agresor no conocía a las víctimas, una mujer y un hombre que trabajaban en una compañía productora de documentales que habían salido a fumar.
El cofundador de la compañía, Luc Hermann, dijo a la emisora France-Info que ambos permanecían hospitalizados el sábado, pero que su estado era “tranquilizador”.
Las autoridades antiterroristas calificaron los hechos como un ataque extremista islámico relacionado con Charlie Hebdo, que perdió a 12 empleados en un ataque de Al Qaeda en 2015. El semanario, que habitualmente se burla de figuras religiosas y otras figuras prominentes, recientemente volvió a publicar caricaturas del profeta Mahoma que indignaron a muchos musulmanes.
El ministro del Interior admitió que faltaba seguridad en la calle donde alguna vez tuvo su sede Charlie Hebdo, y ordenó protección especial para todos los “sitios simbólicos”, destacando en particular los sitios judíos antes de que se celebre la festividad del Yom Kippur este fin de semana. Un supermercado judío fue atacado días después de la masacre de la sala de redacción de Charlie Hebdo, en lo que las autoridades dicen que fueron ataques coordinados.
El sospechoso principal, un joven que tenía manchas de sangre en la frente y llevaba zapatos color naranja, fue detenido en las escalinatas de la Opera de la Bastilla, en el este de París, dijeron las autoridades.
El lugar no dista del escenario del ataque del viernes, afuera del edificio donde se encontraba el semanario Charlie Hebdo antes del ataque de 2015.
El fiscal antiterrorismo de Francia dijo antes que las autoridades sospechan que hubo motivos terroristas debido al lugar y coyuntura del incidente del viernes: afuera al edificio donde estaba Charlie Hebdo hasta el ataque extremista islámico contra sus caricaturistas y en momentos en que los sospechosos del ataque de 2015 son enjuiciados al otro lado de la ciudad.
El primer ministro Jean Castex dijo que las vidas de los empleados heridos no estaban en peligro.
Manifestó la solidaridad del gobierno con las familias y colegas de las víctimas.