La COP23 fue considerada como constructiva
La reunión de dos semanas en Bonn, Alemania, fue considerada como un evento de trabajo a niveles de base diseñado para remarcar los detalles técnicos del Acuerdo Climático de París de 2015. Se realizó en medio de temores de que el gobierno del magnate Donald Trump, que rechaza el acuerdo, intentara bloquear cualquier avance que se considere contrario a los intereses norteamericanos.
Al final, sin embargo, la mayoría estuvo de acuerdo en que los delegados estadounidenses participaron de forma constructiva en COP23, aunque de manera algo discreta. También elogiaron el hecho de las delegaciones de varios estados, ciudades y empresas estadounidenses se comprometieran con los objetivos del Acuerdo de París, sin importar lo que piense Trump.
El papel del saboteador casi cayó en manos de la delegación saudí, que evitó un acuerdo final durante varias horas, al objetar una frase que temía que pudiera permitir futuros gravámenes sobre los combustibles fósiles, como el petróleo.
“Ha habido un impulso positivo a nuestro alrededor”, dijo el primer ministro de Fiyi, Frank Bainimarama, quien presidió la reunión y dio por concluido el encuentro a las 7 de la mañana del sábado.
Bainimarama elogió a los delegados por concretar las normas para el Acuerdo de París de 2015 contra el calentamiento global y por marcar un rumbo para que los países eleven sus objetivos de reducción de emisiones en los próximos años.
“Dejamos Bonn habiendo alcanzado algunos logros notables”, dijo Bainimarama, citando acuerdos sobre agricultura, protección de océanos, derechos de pueblos indígenas y el lanzamiento de un nuevo sistema para ayudar a la gente de los países pobres a obtener seguros contra los efectos del cambio climático.
Muchos países ya sienten cómo aumenta el calor en el mundo, con inundaciones drásticas, huracanes y sequías, lo que añade un sentido de urgencia a las conversaciones.