Tanzania confirmó hoy un brote de la enfermedad del virus de Marburgo en la región noroccidental de Kagera después de que un caso dio positivo al virus tras investigaciones y análisis de laboratorio de casos sospechosos de la enfermedad.
La Presidenta de la República de Tanzania, Su Excelencia Samia Suluhu Hassan, hizo el anuncio durante una conferencia de prensa junto con el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la capital administrativa del país, Dodoma.
“Las pruebas de laboratorio realizadas en el laboratorio móvil Kabaile en Kagera y confirmadas posteriormente en Dar es Salaam identificaron a un paciente infectado con el virus de Marburgo. Afortunadamente, los demás pacientes sospechosos dieron negativo”, dijo el presidente. “Hemos demostrado en el pasado nuestra capacidad para contener un brote similar y estamos decididos a hacer lo mismo esta vez”.
El presidente dijo que hasta el 20 de enero de 2025 se habían notificado 25 casos sospechosos, todos ellos con resultados negativos y que actualmente se encuentran bajo un estrecho seguimiento. Los casos se han notificado en el distrito de Biharamulo en Kagera.
“Hemos decidido tranquilizar al público en general de Tanzania y a la comunidad internacional en su conjunto respecto de nuestra determinación colectiva de abordar los desafíos sanitarios mundiales, incluida la enfermedad del virus de Marburgo”, afirmó Su Excelencia el Presidente Hassan.
La OMS está apoyando a las autoridades sanitarias de Tanzania para mejorar las medidas clave de control del brote, incluida la vigilancia de enfermedades, las pruebas, el tratamiento, la prevención y el control de infecciones, la gestión de casos, así como para aumentar la conciencia pública entre las comunidades para prevenir una mayor propagación del virus.
“La OMS, en colaboración con sus asociados, se ha comprometido a apoyar al Gobierno de Tanzania para controlar el brote lo antes posible y construir un futuro más saludable, seguro y justo para todos los habitantes del país”, afirmó el Dr. Tedros. “Ha llegado el momento de colaborar y comprometerse para proteger la salud de todos los habitantes de Tanzania y de la región frente a los riesgos que plantea esta enfermedad”.
La enfermedad del virus de Marburgo es muy virulenta y causa fiebre hemorrágica. Pertenece a la misma familia que el virus que causa la enfermedad del virus del Ébola. La enfermedad causada por el virus de Marburgo comienza de forma repentina. Los pacientes presentan fiebre alta, dolor de cabeza intenso y malestar general intenso. Pueden desarrollar síntomas hemorrágicos graves en un plazo de siete días.
“La declaración del presidente y las medidas que está adoptando el gobierno son fundamentales para hacer frente a la amenaza de esta enfermedad a nivel local y nacional, así como para prevenir una posible propagación transfronteriza”, afirmó la Dra. Matshidiso Moeti, Directora Regional de la OMS para África. “Nuestra prioridad es ayudar al gobierno a ampliar rápidamente las medidas para responder eficazmente a este brote y salvaguardar la salud de la población”.
Tanzania informó previamente de un brote de Marburgo en marzo de 2023 (el primero del país) en la región de Kagera, en el que se notificaron un total de nueve casos (ocho confirmados y uno probable) y seis muertes, con una tasa de letalidad del 67%.
En la región africana, se han notificado brotes previos y casos esporádicos en Angola, la República Democrática del Congo, Ghana, Kenya, Guinea Ecuatorial, Rwanda, Sudáfrica y Uganda.
El virus de Marburgo se transmite a las personas a través de murciélagos frugívoros y se propaga entre humanos a través del contacto directo con fluidos corporales de personas infectadas, superficies y materiales. Aunque actualmente se están realizando ensayos clínicos con varias contramedidas médicas candidatas prometedoras, no existe ningún tratamiento o vacuna autorizados para el manejo o la prevención eficaz de la enfermedad por el virus de Marburgo. Sin embargo, el acceso temprano al tratamiento y a los cuidados de apoyo (rehidratación con líquidos orales o intravenosos) y el tratamiento de síntomas específicos mejoran la supervivencia.
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