El primer ministro británico Boris Johnson y el primer ministro francés Jean Castex pusieron el ejemplo al dejarse vacunar.


Los países de Europa  han reanudado la aplicación de la vacuna de AstraZeneca y sus mandatarios intentaban convencer a la población de que es segura, luego de una serie de suspensiones breves que generaron dudas sobre una inoculación crucial para poner fin a la pandemia de coronavirus.

El primer ministro británico Boris Johnson y el primer ministro francés Jean Castex, pusieron el ejemplo al dejarse vacunar, esto para que la población se sienta segura con la misma, luego de que fuera suspendida la jornada de vacunación por reportes donde decían que algunas personas inyectadas con la vacuna de AstraZeneca sufrieron trombos.

Luego del reporte se ordenó la suspensión de inocular vacunas de AstraZeneca, sin embargo las agencias internacionales de salud exhortaron a los gobiernos a seguir aplicándola, diciendo que los beneficios superaban a los riesgos. Finalmente e jueves, la Agencia Europea de Medicamentos dijo que la vacuna no incrementa la incidencia general de coágulos, aunque no podía descartar un vínculo con una pequeña cantidad de casos inusuales.

La decisión permitió que Italia, Francia, Alemania y otros países europeos reanudaran la aplicación de la vacuna. “Está claro que la revocación de la suspensión es un gran alivio para nosotros porque debemos acelerar fuertemente la campaña”, dijo el doctor Giovanni Rezza, jefe de prevención del Ministerio de Salud italiano.

Giovanni Rezza agregó que el país necesita más que duplicar las 200.000 vacunas que aplicaba cada día antes de la suspensión a fin de lograr la meta de tener inoculada al 80% de la población para septiembre.

Expertos en salud han manifestado preocupación de que, aunque las suspensiones fueron breves, aún podían dañar la confianza en la vacuna en un momento en que muchas personas ya dudan de ponérsela debido a la rapidez con que fue desarrollada. Mientras muchos países de la UE han enfrentado esa renuencia, la preocupación es mayor en naciones en desarrollo que tal vez no tengan otra opción de vacuna. La de AstraZeneca, que es más barata y fácil de almacenar que muchas otras, es pieza esencial en las campañas de inmunización en muchos países pobres.

F. AP News

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