La tasa de suicidio en el país nipón se ha elevado durante la segunda ola de la pandemia, especialmente entre las mujeres.
Una japonesa de 30 años que contrajo el coronavirus se suicidó mientras se sometía a autoaislamiento en su casa de Tokio a principios de este, informa el medio local NHK.
A pesar de no tener síntomas graves, la mujer expresó su preocupación de que pudo haber transmitido la infección a sus prójimos.
La fallecida vivía con su esposo y su hija, quienes también dieron positivo por la enfermedad.
«Es imperdonable que me haya convertido en una molestia», escribió en su nota de suicidio la mujer, quien se culpó a sí misma de que su hija se hubiera contagiado. Un experta en el impacto mental de la propagación del coronavirus destacó la importancia de la atención mental para las personas que se recuperan de la enfermedad en sus casas en medio del aumento del número de contagios.
Según Ueda Michiko, profesora de la Universidad de Waseda, muchas personas se sienten presionadas cuando se infectan pensando que pueden propagar el virus o causar problemas a las personas que las rodean, una presión que aumenta cuando el contacto con personas de fuera del hogar está restringido.
La tasa de suicidio en Japón creció un 16 % durante la segunda ola de la pandemia, según un estudio de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong y el Instituto Metropolitano de Gerontología de Tokio.
Los autores del estudio, publicado en la revista Nature Human Behaviour, apuntan que este incremento llega al 37 % en el caso de las mujeres (especialmente, amas de casa), un aumento aproximadamente cinco veces mayor que el registrado entre varones.
El fenómeno se relaciona con que la prolongada pandemia afectó especialmente a industrias con mayor presencia de mujeres, lo que se tradujo en una mayor carga sobre las madres trabajadoras, unida a un incremento de la violencia doméstica, detalla la investigación.