6.4 billones de pesos, es el valor del tiempo dedicado para cuidar a otros en nuestro país (INEGI), equivalente a 27% del PIB del país
México está en posibilidad de ampliar las oportunidades de desarrollo de las mujeres y aprovechar el potencial económico de su incorporación a la vida productiva con impacto en más crecimiento económico, mayor recaudación fiscal, ampliación del mercado interno, y, sobre todo, mayor bienestar, menor pobreza y más justicia de género.
INEGI estima que el valor económico de esas horas de trabajo no remunerado que los miembros del hogar destinan a las labores domésticas y de cuidados, es de 6.4 billones de pesos, equivalente a 27% del PIB del país.
El dato indica que invertir en un sistema de cuidados que mejore la calidad de la atención que reciben niñas y niños, personas enfermas, personas con discapacidad, adultos mayores, conviene a todos porque permite el acceso al trabajo, la inclusión económica y el derecho al tiempo libre para millones de mujeres, que hoy están excluidas.
El punto de partida es reconocer que el cuidado es un derecho desde la perspectiva de quien lo recibe, pero también desde quien lo otorga, dice la maestra Mónica Orozco, directora de la asociación civil Genders, organización comprometida con la igualdad de género, quien mencionó que en el Senado hay una reforma constitucional ya aprobada en Cámara de Diputados desde hace más de un año, para la creación de un sistema nacional e integrado de cuidados, esperando turno para su aprobación.
En el Estado de Sonora, el gobierno ha puesto en marcha un programa piloto que ofrece apoyos económicos a quienes dedican su tiempo a las labores del cuidado de personas con procesos Neuro Divergentes y de quienes padecen cáncer, como un primer paso para la creación de un sistema estatal de cuidados, informó Wendy Briceño, secretaria de Bienestar en esa entidad.
En México sólo 4 de cada 10 mujeres tiene acceso al trabajo remunerado. En cambio, hay 14.5 millones de mujeres no pueden ni siquiera salir a buscar trabajo porque están ocupadas en labores de cuidados, como lo muestran los datos del Observatorio de Trabajo Digno de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza (www.frentealapobreza.mx)
La mayoría de las mujeres que sí trabajan lo hacen en condiciones de precariedad, que genera nuevas barreras a su autonomía: 7 de cada 10 no tienen ingresos suficientes; 6 de cada 10 no tienen seguridad social y la mitad de ellas están empleadas sin contrato laboral. Las mujeres que tienen trabajo remunerado en la economía mantienen la obligación de una doble jornada, pues dedican 39 horas más, a trabajos domésticos y servicios de cuidado.
Un dato revelador de la situación de las mujeres en el mercado laboral es que solamente 6 de cada 100 tienen un ingreso superior a los 15 pesos mensuales y que 25 millones de ellas no tienen ingreso propio, según informó Paulina Gutiérrez, responsable de articulación e innovación en Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza ha propuesto el sistema de cuidados como un elemento de la fórmula México Sin Pobreza que propone reducir la pobreza y la desigualdad a partir de garantizar condiciones de trabajo digno para todas y todos y de la cobertura universal de salud bajo el modelo de atención primaria.
Otros datos en la Cuenta Satélite del Trabajo no remunerado en México:
“En 2020, el valor económico de las labores domésticas y de cuidados realizadas por la población de 12 y más años de edad reportó un monto de 6.4 billones de pesos, equivalente a 27.6% del PIB del país. De este monto, las mujeres contribuyeron con 73.3%, mientras que los hombres lo hicieron con 26.7%, es decir, las mujeres aportaron 2.7 veces más valor económico que los hombres.
“Las actividades que presentan la mayor contribución al valor económico del trabajo no remunerado de los hogares corresponden a los cuidados y apoyo con 27.9%1 , seguido de la actividad de proporcionar alimentos con 21.8% y las actividades de limpieza y mantenimiento de la vivienda que contribuyen con 20.7 por ciento.
“Durante 2020 se presentó un aumento de horas en las labores domésticas y de cuidados, así como una disminución en las actividades que requieren de traslados fuera del hogar. (Ver: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2021/tnrh/cstnrh2020.pdf)