Treinta y tres millones de mexicanos que viven en Estados Unidos obtenían orientación sobre su retorno temporal a México para evitar abusos.
Previo a Semana Santa, el primer periodo vacacional del año, el Programa Paisano cerró sus oficinas en los consulados de México en Chicago, Los Ángeles y Houston.
En esos sitios, los 33 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos obtenían orientación sobre su retorno temporal a México con el fin de evitar abusos por parte de las autoridades, entre ellos extorsión, robo y corrupción.
Enrique Lucero, quien durante casi seis años fue director adjunto de la oficina del programa en Chicago, afirmó que el 28 de marzo, un día antes del reforzamiento de la estrategia por Semana Santa, dos funcionarios del Instituto Nacional de Migración viajaron desde la Ciudad de México para notificarles el cese a todo el personal, argumentando falta de confianza.
«Ni nos dieron derecho a apelar o recibir alguna explicación. Ese mismo día que nos despidieron tuvimos que cerrar la oficina y abandonarla”, relató quien fuera uno de los responsables del despacho que atendía a entre 400 y 600 personas por mes.
En entrevista con Excélsior, dijo que este año se imprimieron 200 mil guías para paisanos, que contienen información y recomendaciones para su ingreso, estancia y salida del país, pero ya no pudieron repartirlas.