La bomba de una gasolinera de Champotón tenía una modificación al «software» que controla a distancia la cantidad de mililitros que se despachan.
El titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Ricardo Sheffield Padilla, informó que la semana pasada encontraron en una bomba de una gasolinera ubicada en Champotón, Campeche, una modificación al «software», conocido como «rastrillo», que controla a distancia la cantidad de mililitros que se despachan en cada caso.
Durante la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, y al presentar el «Quién es quién en los precios de los combustibles», el titular de la Profeco adelantó que se presentará la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General de la República (FGR).
Se trata de un sistema que aparentemente vende el propio fabricante de las bombas «por abajo del agua», dijo el funcionario, al detallar que al menos el ocho por ciento de las bombas utilizan este sistema.
Un primer operativo lo realizarán verificadores de la FGR, en conjunto con personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en 71 estaciones de servicio.