Morena y sus aliados sólo tienen 278 votos de los 333 que requiere para sacar la reforma presentada por el presidente AMLO.
La fracción parlamentaria de Morena y sus aliados sólo tienen 278 votos, con lo que no lograrán sacar adelante la Reforma Eléctrica presentada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que se prevé hoy un choque con la Oposición en la Cámara de Diputados.
Para alcanzar la aprobación de la reforma y evitar que se rechace, el bloque mayoritario depende de la Oposición, con la que nunca se negoció y que ha advertido que votará en contra.
Desde que se presentó la iniciativa, el 1 de octubre de 2021, diputados opositores negaron apoyo alguno. El PRI fue el único que tardó en definir su posición.
Finalmente, el Consejo Político Nacional del tricolor aprobó definir que el voto del partido será en contra y que así tienen que manifestarse los legisladores y, que no de hacerlo, habría sanciones.
Morena apenas logró convencer a un diputado de la Oposición para que se sumara a la propuesta: el diputado priista Carlos Miguel Aysa Damas.
El legislador anunció el miércoles pasado que iba a favor de la iniciativa, justo cuando está pendiente en el Senado que se apruebe el nombramiento de su padre, el ex Gobernador de Campeche, Carlos Aysa González, como embajador en República Dominicana.
Así, con 278 votos, no le alcanza a Morena para sacar adelante la contrarreforma.
Por tratarse de una reforma constitucional, se requieren dos terceras partes a favor de los legisladores presentes en el pleno, algo que sólo se podría lograr si se sumaran fuerzas de Oposición.
En caso de que hoy acudan los 500 legisladores, la mayoría calificada se lograría con 333 diputados.
A diferencia de la pasa da Legislatura, cuando Morena logró la mayoría calificada mediante acuerdos con el PVEM y ex perredistas, en la nueva legislatura la conformación del pleno le fue menos favorable, Morena tiene 202 diputados, PVEM 42 y PT 33, para un total de 277 y llegaron a 278 gracias al priista Aysa.
Al bloque le faltan 55 diputados, que no se ve cómo los puedan sumar.
Morena y el Presidente apostaron a «convencer» al PRI, que sería la fracción de la que creían se podrían sacar los votos faltantes y a la que podrían dividir.
Además, de paso, se podría provocar una ruptura en la alianza electoral de Va por México, que formó el PRI con PAN y PRD.
El PAN tiene 113 diputados, el PRD 15 y MC suma 24 integrantes, mientras que el PRI se quedó con 70 diputados, restando ya al campechano Aysa Damas, que tras anunciar su voto a favor se encamina a ser expulsado del tricolor y dejar la fracción.
Arman pijamada de la Oposición
Diputados del PRI, PAN y PRD llegaron ayer a la Cámara de Diputados con maleta en mano para dormir ahí y evitar que les impidieran entrar a San Lázaro para votar contra la reforma eléctrica.
Los priistas festejaron su arribo a la Cámara de Diputados unidos y con 70.
Los panistas, más discretos y con movilización hormiga, ocuparon poco a poco sus oficinas. Mientras que los del PRD, hasta organizaron una carne asada. De esta manera transcurrió en San Lázaro el día previo a la votación de la reforma eléctrica.
Hacia las 22:00 horas de ayer, prácticamente todos los diputados de Va por México estaban adentro del recinto legislativo, ninguna protesta de Morena logró impedir su acceso.
Por segunda ocasión en la semana, se llevó a cabo la «operación pijama», luego de que debió cancelarse el lunes por la noche porque Morena cambió el día de discusión, del martes al Domingo de Resurrección.
Las cobijas, maletas y colchonetas, los trajes sastre y los tacones se quedaron desde el lunes en las oficinas. Ayer se repitió el arribo, y la Oposición mandó de nuevo el mensaje a Morena de que su reforma eléctrica sigue muerta.
A lo lejos, en la noche del Sábado de Gloria, en un hotel del Viaducto, los diputados de Morena celebraron su plenaria, discutieron la estrategia para hoy y hasta presentaron al priista Carlos Miguel Aysa Damas como nuevo integrante de la bancada.
Cada quien andaba en lo suyo.
Por la tarde, tras el episodio del diputado «traidor», el dirigente del PRI, Alejandro Moreno, citó al resto de la bancada en el Hotel Barceló de Paseo de la Reforma, ahí comieron y abordaron juntos un par de camiones rumbo a San Lázaro.
«Venimos 70 diputados del PRI, aquí estaremos todos muy bien coordinados, muy comprometidos, que es votar en contra de la iniciativa», dijo «Alito» al bajar del autobús, acompañado del coordinador Rubén Moreira.
«Duro, duro, duro», gritaban con el brazo alzado los diputados del PRI, en una especie de entrada triunfal por los pasillos de la Cámara.
Incluso, en las escalinatas del frontispicio del recinto y sobre la plaza, donde está el escudo nacional en la Avenida Congreso de la Unión, desplegaron una manta gigante, como nunca ha habido una en la Cámara. El priismo se hizo notar.
Por la noche, todos reunidos en su sala de juntas, hicieron un pase de lista que empezó con Moreira, como el número uno, y terminó con Moreno, con el 70.
«México, México», festejaron los priistas, ni un voto más se fue con Morena, sólo el de Aysa Damas.
Los legisladores del PAN, por el contrario, estaban más serios, iban y venían por toda la Cámara. Llegaron poco a poco, algunos hicieron guardia desde el día anterior para reportar cualquier movimiento sospechoso.
Con su maleta en mano, Mariana Gómez del Campo, dijo que del PAN estarán los 113 legisladores, y lanzó el mensaje de rechazo a Morena.
«No importa que haya sesión en Domingo de Resurrección, ni en Domingo de Resurrección van a resucitar la reforma eléctrica y si quieren cancelar la sesión, aquí vamos a estar una y otra vez, es nuestra prioridad votar en contra», soltó.
Despreocupados, la bancada perredista organizó un asado en los jardines de la Cámara.
Cortes, chorizo, guacamole y chicharrón dieron sabor a la comida de los 15 integrantes de la bancada perredista.
Ahí aprovecharon para festejar el cumpleaños de la diputada Fabiola Rafael, del distrito 6 de Guerrero, a quien le cantaron las mañanitas y le llevaron pastel.
También aprovecharon para dar un espaldarazo a la diputada Edna Díaz. Junto al coordinador Luis Espinosa Cházaro, estuvo la presidenta de la Comisión de Cambio Climático, a quien la satanizaron en redes sociales a raíz de la acusación del vicecoordinador de Morena, Leonel Godoy, de que negociaba la reforma con un cabildero.
Luego de la comilona, el perredista ofreció una salida a Morena: desechar hoy la iniciativa del Presidente y empezar a negociar una nueva redacción, una que sí pueda ser aprobada con la mayoría calificada, en un periodo extraordinario, luego de las elecciones, y así evitar futuras pijamadas de la Oposición.