En Tabasco se aplica un plan para que a través de ‘paletitas’ se pueda detectar covid-19 de manera grupal.
Con tan sólo simular estar saboreando una paleta durante 30 segundos, niños tabasqueños de preescolar, primaria y secundaria se realizarán una “automuestra” de covid-19 a partir del lunes en tres municipios de la entidad.
La estrategia denominada Lolli, diseñada en el Instituto de Virología de la Universidad de Colonia, Alemania, y validada en conjunto con el Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales y Emergentes (CIETE) del Hospital de Alta Especialidad Juan Graham Casasús del estado, permitirá detectar casos de SARS-CoV-2 de forma temprana y prevenir brotes en las escuelas.
¿Cómo funciona esto? Juntaremos las muestras de cada salón de clases en un sólo frasco, entonces lo que nosotros reportaremos a la escuela es, por ejemplo, ‘el grupo 1 A de la escuela Benito Juárez es positivo, mañana no se presentan a la escuela’, y al día siguiente ellos ya tendrán en casa otro hisopo con un tubo individual para que se tomen una segunda muestra y la manden a la escuela para que la remitan al laboratorio, las cuales ya se prueban de forma individual para detectar del total de los niños del salón a los positivos, quizá sólo resulte uno positivo o dos y a ellos podemos dejarlos en cuarenta los 14 días; por seguridad lo que hacemos en la estrategia es que se queda el resto del salón 5 días en cuarenta en su casa, al 5° día les pedimos una segunda muestra que se va procesar de nuevo de forma grupal, y si el grupo nos da negativo podrán volver a la escuela”, explicó Gibran Horemheb Rubio Quintanares, postdoctorante en el Instituto de Virología de la Universidad de Colonia.
En entrevista con Excélsior, el mexicano, doctor en ciencias, que ya se encuentra en Tabasco para organizar el muestreo en la víspera del regreso a clases, detalló que en Alemania la estrategia ha sido un éxito para evitar contagios en las escuelas, lo que ha permitido mantenerlas abiertas.
La estrategia permite que detectemos lo suficientemente temprano al niño o al maestro (porque también se van a hacer las pruebas a los docentes) para afirmar que, en su mayoría, los casos detectados ‘tienen el virus, pero todavía no son capaces de contagiar’ y, con base en nuestros modelajes matemáticos, proyectar hasta 95% de reducción en las transmisiones dentro de una escuela. En los estudios realizados en Alemania durante un periodo de 16 a 18 semanas ninguno de los casos detectados contagió a otro niño o maestro en la escuela”.
Las pruebas se realizan de forma constante en periodos de hasta dos veces por semana para mantener en control continuo a los grupos, aunque esta periodicidad se adapta de acuerdo con diversas variables.
Sobre los costos, ejemplificó que si una prueba PCR costara mil 500 pesos y se hiciera una por salón y hay al menos 20 alumnos por grupo, cada prueba saldría en 75 pesos, que es sólo 5% del costo de hacer una por una.
Adelantó que la idea es que Tabasco sirva de ejemplo al resto del país y cada vez más estados se unan para hacer de las escuelas y quizá de las empresas un lugar más seguro en estos tiempos inciertos de pandemia.
F. Excelsior