María Elvira dijo en la tribuna del Congreso de la CDMX que espera «que la justicia realmente exista» y los responsables de este hecho sean castigados

María Elvira Canchola perdió a sus hijas, Esmeralda y Sofía, quienes murieron tras caer en una coladera. Este jueves, en la tribuna de la Congreso de la Ciudad de México, invadida por las lágrimas, pidió «de corazón justicia para mis hijas”.

La madre dijo a los legisladores que espera «que la justicia realmente exista» y los responsables de la muerte de sus hijas sean castigados.

La mujer fue acompañada de su esposo luego de que hicieran una protesta en el sitio donde sus hijas perdieron la vida, fueron recibidas en el recinto del Centro Histórico, por la legisladora panista Daniela Álvarez pidió que se le permitiera a la madre de las menores fallecidas el uso de la palabra desde la tribuna.

El diputado local Gerardo Villanueva, quien fungía como presidente de la Mesa Directiva, permitió, sin someter a votación, que María Elvira hablara desde la tribuna.

“Les pido encarecidamente como una madre, les pido por favor que se haga justicia, quiero creer que la justicia de verdad existe. Quiero que todas las personas que tuvieron culpa para que mis niñas pasaran lo que están pasando, sean castigadas acorde a la justicia”, dijo María Elvira.

Entre lágrimas, pidió a los diputados ser empáticos con su dolor, pues dijo que su familia se destruyó por esta tragedia.

Las dos jovencitas murieron al caer en una coladera destapada de la alcaldía Iztacalco cuando iban a un concierto.

Por este caso se han multiplicado los señalamientos de negligencia de las autoridades.

Las chicas, de 16 y 23 años, caminaban por la banqueta de las avenidas Río de la Piedad y Añil, colonia Granjas México, hacia el recinto a ver a su grupo musical favorito.

Sin embargo, la falta de luminarias en el lugar les impidió ver que había una coladera sin tapa. Una de ellas cayó primero. Su hermana trató de ayudarla, pero también se fue para abajo. Reportes indican que su padre las acompañaba, pero tampoco pudo hacer nada por salvarlas.

Servicios de emergencia, Protección Civil, Bomberos y paramédicos llegaron al sitio, sólo para rescatar los cadáveres.

Comerciantes de los alrededores de la zona comentaron que esa coladera llevaba alrededor de un año sin tapa. El robo de coladeras metálicas es un delito común en la Ciudad de México, debido a que los ladrones las venden por kilo.

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