Un 56% de los 164 enfermos con prueba positiva de COVID son niños y jóvenes de entre 10 y 35 años.
El crecimiento de contagios por la variante Delta en algunas regiones del país es impresionante. En Tequisistlán, Oaxaca, donde en unas cuantas semanas se multiplicaron los casos. Del 10 de julio a la fecha han muerto por COVID 24 personas, casi una por día. las autoridades municipales estiman que actualmente un 40 por ciento de los 4 mil habitantes están contagiados.
“Si pueden ver el sudor y la agitación que estoy haciendo por hablar, me cuesta mucho. La falta de aire, el dolor del pecho cuándo toso es lo más temible, o la saliva que se hace como goma”, señaló Antonio Carballo, paciente con COVID.
Antonio tiene COVID desde hace 15 días. Desde hace una semana consume un tanque diario de 9 mil 500 litros de oxígeno. da cerca de 70 inhalaciones por minuto para lograr oxigenarse, pero dice, aún así se siente ahogado.
“Hay días donde he sentido estallar la cabeza será por la fiebre, la preocupación, incluso hace como unas tres noches empecé a delirar”, enfatizó el paciente Antonio Carballo.
En la comunidad de Magdalena Tequisistlán, Oaxaca, un 56% de los 164 enfermos con prueba positiva de COVID son niños y jóvenes de entre 10 y 35 años. Antonio, de 33, es uno de ellos. Su madre dice que tuvo que improvisar un hospital en su casa para atender a su hijo y su hermano, también contagiado.
“Esta es la placa de mi hijo, el doctor dijo que están muy afectados sus pulmones, que está grave. Mi hijo ha llegado hasta la saturación de 36 de oxigenación”, explicó Ernestina Jarquín, habitante de Tequisistlán, Oaxaca.
Un grupo de personas se organiza para llevar tanques de oxígeno hasta Salina Cruz, el punto más cercano para recargarlos. Antonio y otros 18 pacientes de la comunidad dependen de ello para sobrevivir. Como Elmer, de 25 años, para quien dos tanques de oxígeno diario no fueron suficientes. Ahora utiliza un concentrador de oxígeno.
“No la mera verdad si se siente muy feo, porque te quita todo el aire y no te puedes mover, al momento de respirar sientes tu pecho muy comprimido. Si falta todo, faltan enfermeras, médicos, pues medicamentos también, ahorita ya se me terminaron mis medicamentos”, enfatizó Elmer.
Las autoridades lamentan que el esfuerzo que se hizo desde marzo del año pasado, restringiendo eventos masivos y habilitando filtros sanitarios, se haya desbordado el mes pasado cuando, dicen, el COVID llegó en taxi.
“La situación con los taxistas pues sí eran unas personas necias que se burlaban de nosotros, se ponían un ratito el cubrebocas, al ratito ya adentro ya andaban circulando sin él. No le miento, que será tres o cuatro meses cayó la mayoría de los taxistas con esta enfermedad”, destacó José Jiménez, policía Municipal Tequisistlán, Oaxaca.
Ahora, no solo hay 17 de 20 taxistas infectados. De 20 policías municipales que había en servicio, 18 tienen COVID. Esto se refleja en las calles vacías y sin actividad.
Según datos de la Secretaría de Salud de Oaxaca hay 18 hospitales saturados, entre ellos el de Salina Cruz, Ixtepec y Juchitán, los más cercanos a Tequisistlán. Ante la falta de infraestructura cercana, los enfermos deben aislarse en sus casas y ser atendidos por sus familiares.
“Lo primero que nos costó mucho trabajo fueron los medicamentos, la atención porque yo necesitaba intravenosa, ni una enfermera nos quiso atender, nadie quiso venir, hasta la fecha ni los del agua se vienen a parar”, concluyó Emperatriz Ortíz. paciente con COVID.