Los investigadores mexicanos aseguran que la cifra podría ser sólo una fracción de los números reales del “fenómeno acumulativo”.
Investigadores mexicanos informaron el jueves que han confirmado la existencia de mil 606 fosas clandestinas con 2 mil 489 cadáveres entre 2006 y 2017, pero eso podría ser sólo una fracción de los números reales descritos en el estudio como un “fenómeno acumulativo”.
“No son todas las fosas que hay; lamentablemente es una fracción”, dijo Denise González, coordinadora principal del estudio, durante una conferencia en la Universidad Iberoamericana campus Ciudad de México.
El estudio reveló que Tamaulipas, Guerrero, Veracruz, Sinaloa y Zacatecas fueron los estados en los que se reportó el mayor número de fosas. Estos lugares tienen una enorme presencia de grupos del crimen organizado.
Investigadores universitarios trabajaron junto con grupos locales de derechos humanos en la realización del estudio que, aseguran, demuestra el “deterioro de la seguridad” en México. Criticaron a la Fiscalía General de la República y señalaron que el gobierno proporcionó estadísticas incongruentes sobre el número de fosas encontradas y de cuerpos recuperados.
“La fiscalía está violando los derechos de información y de memoria”, dijo Carlos Dorantes, de la organización por los derechos humanos Artículo 19, que participó en el estudio.
Karla Quintana, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, dijo que el nuevo gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, heredó una “emergencia forense” después de asumir el cargo el 1 de diciembre. Añadió que gobierno trabaja en la creación de una base de datos de personas desaparecidas y comentó que el mandatario se reunirá el lunes con familiares para actualizarlos sobre la labor de su administración en la localización e identificación de sus seres queridos que continúan desaparecidos.
“Necesitamos tener esta información para dar respuesta a los familiares esperando de sus seres queridos”, declaró Quintana.
También resaltó la falta de recursos, diciendo que la comisión tiene una “unidad de una persona” en el departamento de archivos y no cuenta con el personal suficiente para realizar exhumaciones.
Leticia Hidalgo, cuyo hijo desapareció en Nuevo León en 2011, le pidió a Quintana que localice los restos como los de su hijo.
“Ya no nos queda tiempo. Nos urge que salgan a buscar”, indicó Hidalgo.
Quintana dijo que no sabe con exactitud el número de personas desaparecidas que hay en México. Su predecesor, Roberto Cabrera Alfaro, calculó a inicios del año que posiblemente la cifra ronde los 40 mil casos.
Los 11 años cubiertos en el estudio iniciaron en 2006, cuando el entonces mandatario Felipe Calderón lanzó una ofensiva en contra del narcotráfico que desató un incremento en el número de asesinatos.
Los investigadores indicaron que los números alarmantes de fosas clandestinas en el país son indicativo de la violencia desenfrenada que permanece impune.
“Es un reflejo del grado de descomposición social y deshumanización que se ha alcanzado”, señaló el reporte.
El gobierno de López Obrador difundió en mayo su primer reporte oficial sobre las fosas clandestinas. Las autoridades informaron del hallazgo de 222 con 337 cadáveres entre el 1 de diciembre y el 13 de mayo.