La información sobre la Guardia Nacional es el tema con mayor desconocimiento por parte de las instituciones encargadas de su funcionamiento. 

Aunque el gobierno federal sostiene que las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador son un ejercicio de transparencia y de rendición de cuentas, un 77% por ciento de las declaraciones que se hacen en materia de seguridad pública no están sustentadas por ninguna institución gubernamental.

Al dar a conocer el estudio “Información oficial sobre seguridad: no hay, no quieren o no entienden”, Causa en Común expuso que, de las solicitudes de información realizadas para verificar lo que se dice, siete de cada diez son respuestas evasivas. Es decir, las instituciones consultadas no dieron información sobre lo que se preguntó o, si lo hicieron, no dieron sustento a las declaraciones sobre seguridad realizadas por el presidente y su gabinete en las ruedas de prensa.

Por instituciones, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) es del que menos información se logró obtener, mientras que el tema relacionado con la Guardia Nacional es el que obtiene el mayor desconocimiento por parte de las dependencias encargadas de su funcionamiento, incluyendo la SSPC, que la tiene bajo su mando.

En conferencia virtual, la organización detalló que este informe arroja los resultados de un ejercicio de acceso a la información para conocer el sustento de lo que se dijo en materia de seguridad pública en 252 conferencias matutinas efectuadas entre el 3 de diciembre de 2018 y el 3 de diciembre de 2019. “El objetivo fue verificar si las declaraciones del presidente y de su equipo de seguridad tienen sustento al momento de contrastarlas con respuestas institucionales”, refirió María Elena Morera, presidenta de Causa en Común.

Añadió que, con frecuencia, “las dependencias niegan o entregan información parcial, de modo que en siete de cada diez declaraciones realizadas por el gabinete de seguridad en las conferencias matutinas no tienen ningún sustento por parte de las propias instancias gubernamentales”: Esta falta de transparencia refleja que las instituciones federales de seguridad suelen negar información directamente vinculada con sus responsabilidades establecidas en la ley.

“Esto puede deberse a que no cuentan con dicha información, no consideran difundirla -aún cuando haya sido manifestada en las conferencias de prensa matutinas-, por deslindarse de alguna postura o declaración, porque no conocen sus responsabilidades o por una combinación de estas razones”, se expuso en el estudio.

Metodología

Para la elaboración del informe se enviaron 648 solicitudes de acceso a la información pública a una veintena de instituciones. Posteriormente, se analizaron las respuestas de 450 solicitudes correspondientes a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Secretaría de Marina (SEMAR), Secretaría de Gobernación (SEGOB) y al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), dependencias federales que cuentan con atribuciones específicas en materia de seguridad.

Raúl Rosales Ochoa, investigador de Causa en Común, precisó que en el resto de las ocasiones en que las dependencias contestan algunos o todos los cuestionamientos, sólo una pequeña proporción concuerda con lo dicho en las conferencias de prensa matutinas, y que aún estas respuestas no son necesariamente veraces.

Hallazgos por dependencias

El estudio arrojó que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) es la institución con un mayor número de respuestas evasivas (302); la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) con 142; Secretaría de Gobernación (SEGOB) con 86; la Secretaría de Marina (SEMAR) con 72, y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) con 19.

Al contrastar el contenido de las respuestas de la SSPC, 83% no respalda las declaraciones emitidas en las conferencias de prensa matutinas, además de ser la instancia que, con mayor frecuencia, en lugar de contestar, remite a las mismas conferencias de donde surgen las preguntas que se le formulan. Hallazgos por tema

El estudio revela que el tema de la Guardia Nacional presenta una mayor opacidad ya que las instituciones relacionadas con su funcionamiento se transfieren entre sí la responsabilidad de información sobre la misma.

Se expone que, a pesar de que la SSPC es la dependencia que tiene bajo su mando a esta corporación, cuando se le preguntó sobre salario, capacitación, protocolos operativos y despliegue de la Guardia, la mayor parte de las respuestas fueron “incompetencia” y, en otras, refiere a la SEDENA y a la SEMAR como los órganos de gobierno que “podrían ser competentes” para conocer sobre el tema. Para Causa en Común pareciera observarse “un acuerdo o disposición compartida para no informar por los canales institucionales de transparencia”.

En la siguiente gráfica, se puede constatar que en 118 ocasiones la SSPC respondió con evasivas sobre la Guardia Nacional, la SEDENA lo hizo en 76 ocasiones y la SEMAR en 47. “Las respuestas negativas sobre la Guardia Nacional resultan no sólo extremas, sino incomprensibles, ya que la información que se niega puede encontrarse, incluso a través de conferencias de prensa”, refirió María Elena Morera.

Consideró que surge entonces la hipótesis de que la tendencia al ocultamiento “es ya un acto reflejo de un gobierno hostil a la transparencia”. La estrategia de desarrollo policial es otro caso sintomático de opacidad, ya que el SESNSP no respondió a un requerimiento para informar sobre el tema, quizá su principal razón de existir.

Para Morera, este tipo de negativas resultaron no solo extremas, sino incomprensibles, “pues transparentar, por ejemplo, estrategias generales, al menos indicaría que existe alguna guía escrita para lo que hace o no hace el gobierno en materia de seguridad”.

María Elena Morera refirió que, por lo que respecta a información del gobierno federal sobre seguridad, es usual esconder información, desconocer las declaraciones emitidas en las conferencias de prensa matutinas y eludir responsabilidades: “Esta situación de opacidad generalizada, desde luego incompatible con una democracia, se agrava cuando se toma en cuenta que parte importante de la información que sí se proporciona es falsa, como lo acreditan otros análisis que complementan el trabajo que hoy presentamos”, dijo.

Morera concluyó que la transparencia es un proceso que abarca la participación de las y los ciudadanos, y su interacción con las instituciones.

No es una cuestión de presentar informes diarios: “se requiere que las instituciones atiendan las demandas de la ciudadanía respecto a aquello que dicen o no dicen tanto el presidente, como otros altos servidores públicos.

Es de vital importancia la exigencia de información de calidad y que se pueda verificar con documentos oficiales”. La presentación del estudio contó con la participación de Enrique Cárdenas, profesor de la UIA Puebla y presidente del Comité Ejecutivo de Signos Vitales, quien comentó: «Si sólo el 23% de la información que se da en las mañaneras acerca de seguridad es consistente con la información que está en los documentos de las Secretarías, pareciera que no hay sustento documental en el trabajo burocrático de las propias Secretarías».

El académico consideró que esta situación pareciera indicar que «pasan información parcial o de reportes internos que no trascienden y que a la hora de querer consultarlos no es posible; esto es algo que preocupa, la ausencia de información y fuentes”.

El estudio “Información oficial sobre seguridad: no hay, no quieren o no entienden”, también contó con los comentarios de José Ramón Cossío, ministro en retiro y miembro de El Colegio Nacional. Cossío planteó que, si el gobierno tuviera una estrategia general de seguridad, lo que el presidente haría día a día, sería ir comunicando los avances de dicha estrategia. “Al no haber esta información, uno se pregunta: ¿dónde está la estrategia general?” cuestionó.

Además, observó que “a toda pregunta hay una respuesta, pero esa respuesta no se aviene ni con un plan previamente establecido y dos, esa respuesta no constituye realidad. Pareciera que se va contestando a lo que se va preguntando, sin que haya un supuesto previo y sin que haya una consecuencia a esas respuestas.”

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