De visita en Puebla, donde participó en el foro sobre la Violencia Ácida, María Elena explicó que las sobrevivientes de estas agresiones «son muertas en vida»
La saxofonista María Elena Ríos Ortiz urgió al Congreso de Puebla a aprobar las reformas contra la violencia ácida, no solo para que los agresores sean encarcelados por intento de feminicidio, sino que también se le obligue a hacerse cargo de los gastos médicos de la víctima.
De visita en Puebla, donde participó en el foro sobre la Violencia Ácida, acompañada de la diputada local del Partido Acción Nacional (PAN), Aurora Sierra Rodríguez, Ríos Ortiz, originaria de Oaxaca, narró como estas agresiones dejan una marca de por vida.
#Puebla | ??♀️♀️ La saxofonista @_ElenaRios acompañada de @AuroraSierraR urgió al @CongresoPue a aprobar las reformas contra la violencia ácida para que el agresor sea encarcelado por intento de #feminicidio, y se le obligue a hacerse cargos de los gastos médicos de las víctimas. pic.twitter.com/5w6nzbLgn8
— URBANO? Noticia de Puebla y Tlaxcala (@urbano_noticias) November 10, 2022
La también comunicóloga explicó que en un feminicidio la vida se acaba, pero las sobrevivientes de violencia ácida «son muertas en vida».
Dijo que, si bien este delito se castiga en la mayoría de los estados, hacen falta sanciones y penas más severas, tanto de cárcel como económicas, que ayuden a solventar las múltiples cirugías estéticas a raíz de estos ataques.
«Piensan que con mandar a la cárcel a nuestro agresor es suficiente, deben saber que es lo que pasa con nosotras después de una agresión ácida», expresó.
Añadió que este delito no es nuevo, ya que muchas mujeres que han lo padecido no denunciaron y se quedaron recluidas en sus casas para no enfrentar el desprecio social por su apariencia.
El 9 de septiembre de 2019, María Elena, por entonces de 28 años de edad, sufrió graves quemaduras en cara y cuerpo, luego de ser rociada con ácido sulfúrico por el hijo del presunto autor intelectual de este ataque, Juan Antonio Vera Carrizal, expareja de la agredida.
La saxofonista estuvo internada en el Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados en la Ciudad de México y fue dada de alta hasta el 21 de enero de 2021.
El autor intelectual está detenido; sin embargo quien ejecutó el crimen sigue libre.
