“La visita del delegado en Puebla permitirá que esas fracturas cicatricen, el trabajo de unidad es claro, el PRI necesita llamar a todos y nos reuniremos con todos los sectores», dijo.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene un año para una operación cicatriz, que permita dejar atrás las viejas heridas y reforzar la unidad el instituto tricolor rumbo al 2021, cuando los poblanos elegirán a sus representantes populares en diversos cargos públicos.

Así lo declaró el aspirante a la presidencia del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI, Néstor Camarillo Medina, quien puntualizó que el partido tiene que acercarse a las bases, para entender las necesidades que se viven en Puebla.

Dijo que la llegada del nuevo delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, Américo Zúñiga Martínez, permitirá curar las viejas heridas que exista entre la militancia durante los últimos años, cuando se acusó una serie de traiciones por los procesos electorales pasados.

“La visita del delegado en Puebla permitirá que esas fracturas cicatricen, el trabajo de unidad es claro, el PRI necesita llamar a todos y nos reuniremos con todos los sectores para analizar los trabajos que tendremos en 2020”.

Respecto la renovación de la dirigencia estatal del PRI, destacó que todos los cuadros son muy valiosos para este cargo político y confió que haya reglas claras para este proceso previo a las elecciones intermedias.

Indicó que el instituto tricolor tiene las condiciones de dar la pelea por varios cargos públicos que se perdieron en elecciones anteriores, principalmente desde 2010, cuando se perdió el gobierno estatal a través de Javier López Zavala.

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