A propósito del Día Internacional contra la Corrupción que se conmemora el 9 de este mes, el organismo federal informó que hay 0.3 fiscalizadores por cada mil funcionarios públicos
El desempeño de cada tres mil servidores públicos del gobierno estatal solo es vigilado por uno de los empleados de los Órganos de Control Interno (OCI), informa el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A propósito del Día Internacional contra la Corrupción que se conmemora el 9 de este mes, el organismo federal informó que hay 0.3 fiscalizadores por cada mil funcionarios públicos, la tasa más baja a nivel nacional.
El Instituto presenta los datos oficiales para colocar a Tlaxcala a la cabeza de estados como Ciudad de México, Chihuahua, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Veracruz, Coahuila, Tabasco y Guanajuato con solo una persona adscrita al OCI por cada mil burócratas.
En tanto, los estados de Chiapas, Jalisco, San Luis Potosí, Querétaro, Sonora, Estado de México, Puebla, Colima, Hidalgo y Quintana Roo, tienen entre seis y tres funcionarios de los OCI encargados de prevenir la corrupción al interior de la administración pública estatal.
Por otro lado, los datos muestran que en los últimos tres años aumentó la probabilidad de que las personas de Puebla y Tlaxcala sean víctimas de corrupción.
De hecho, Puebla fue la tercera entidad con el mayor aumento de riesgo al crecer de 9.6 a 15.7 por ciento de víctimas en al menos uno de los trámites realizados, solo después de Durango, Quintana Roo y Guanajuato con los mayores crecimientos nacionales. En tanto, las personas víctimas de corrupción en Tlaxcala creció de 11.6 a 12.6 por ciento.
Estos niveles de corrupción le costó a cada poblador en años pasados 3 mil 822 pesos y nacional de 12 mil 769.7 millones de pesos; esto significó un aumento del 64.1 por ciento respecto al año pasado.