¿Realmente es tan bueno como dicen? ¿Hay una cantidad límite recomendable para comer a diario y que sea realmente saludable? ¿Engorda? 

No hay duda: el aguacate es el fruto o la fruta del momento. Uno de los alimentos que con más frecuencia vemos, en todas sus modalidades en las cartas de bares y restaurantes. El alimento que, quizás, más se instagramea en la red social preferida de foodies e influencers. Pero no sólo eso, el aguacate también se ha convertido en un imprescindible en nuestra cesta de la compra.

Para tostadas, ensaladas o como complemento a nuestras piezas de carne o pescado. Incluso, nos atrevemos a hacer nuestro propio guacamole casero. Pero ¿realmente es tan bueno como dicen? ¿Hay una cantidad límite recomendable para comer a diario y que sea realmente saludable? ¿Engorda el aguacate?

Vayamos por partes. Aunque parezca mentira, España es uno de los países de Europa donde menos aguacate se consume. Según datos facilitados a EL ESPAÑOL por Xavier Equihua, CEO de la Asociacion Mundial del Aguacate (WAO, por su siglas en inglés), “España es el mayor productor de aguacates del viejo continente. El cultivo del aguacate principalmente se localiza en Andalucía con cerca de 10.000 hectáreas. Sin embargo, a pesar de que los españoles están incrementando el consumo, todavía están lejos de los niveles de otros países”.

Según apunta Equihua, en 2018, se consumieron más de 74 millones de kilos de aguacates en España, lo que supone 19 millones más respecto al año anterior, lo que representa un aumento del 25%. En la Unión Europea, segundo mercado consumidor a nivel mundial, por detrás de Estados Unidos, el consumo de 2018 superó los 650 millones de kilos, 140 millones de kilos más que en 2017.
Sí a las grasas cardiosaludables

Sí, realmente el aguacate tiene grandes beneficios para nuestra salud. Sobre todo por su contenido en grasas buenas. Como explica la nutricionista Andrea Calderón, secretaria científica de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), “esta fruta tiene un valor nutricional excelente y pese a aportar mayor número de calorías, proceden de grasas cardiosaludables que ejercen efectos positivos en nuestra salud, y a las que no debemos temer”.

Estas grasas, añade, lejos de ser perjudiciales o de “engordar”, dentro siempre del contexto de una dieta saludable, se relacionan con mejores valores lipídicos en sangre como el colesterol o los triglicéridos, y con mejores marcadores a nivel cardiovascular. Además, continúa explicando, su perfil nutricional es positivo también en el control de la tensión arterial y, como todas las frutas, también frente a la retención de líquidos.

“La ingesta de aguacate promueve un perfil graso de nuestra dieta saludable, junto a otros productos como el aceite de oliva virgen extra, los frutos secos o las semillas”, señala Calderón.

Ahora bien, debemos aclarar que no se trata de ningún superalimento. Es decir, “la moda aguacate ha propiciado que, como con todo alimento que catalogan erróneamente como superalimento, le atribuyan propiedades curativas o de prevención directa de enfermedades solo por consumirlo, que no suceden con la ingesta de ningún alimento”. Por tanto, “ni el aguacate ni ningún otro fruto o alimento de la dieta puede prevenir una enfermedad de forma causal, ni curar ninguna patología. Esas propiedades no pueden atribuirse a alimentos de forma independiente”, asegura.

Otro apunte importante antes de ver cuánta cantidad podemos comer al día es que el aguacate no engorda. “No, no engorda”, apunta Calderón. Que un alimento sea más calórico, explica la experta, no significa que engorde, hay que valorar más factores como el conjunto de la dieta, la saciedad que proporciona, alimentos que sustituye etc. “Puede incluirse en una dieta incluso de adelgazamiento sin impedir la pérdida de grasa, ni mucho menos aumentar el peso corporal. El aguacate no va a ser el causante ni el culpable de la ganancia de peso corporal de nadie, y, de hecho, es altamente saciante por lo que puede venir bien para controlar el apetito”.

Nota completa AQUÍ.