La principal limitación del estudio fue que los investigadores miraron hacia atrás en el tiempo en los registros médicos.
El número de personas que experimentan entumecimiento, hormigueo y dolor en los pies sin causa conocida ha aumentado en las últimas dos décadas, según un nuevo estudio publicado en la edición online del 27 de octubre de 2021 de ‘Neurology’, la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
Esta afección, denominada neuropatía de fibras pequeñas, presenta síntomas diferentes a los de la neuropatía de fibras grandes, que puede causar debilidad y problemas de equilibrio. Pero en muchos casos las personas tienen ambos tipos de neuropatía.
Para el estudio, los investigadores examinaron los registros de todas las personas diagnosticadas con neuropatía de fibra pequeña en el condado de Olmsted, Minnesota (Estados Unidos), y los condados adyacentes durante un período de 20 años. Luego compararon a esas 94 personas con 282 personas de edad y sexo similares que no tenían neuropatía. Los participantes fueron seguidos durante una media de seis años. El estudio descubrió que la afección se daba en 13,3 de cada 100.000 personas, y que la tasa aumentaba durante el estudio.
«Este aumento podría deberse en parte a una mayor concienciación –explica el autor del estudio, el doctor Christopher J. Klein, de la Clínica Mayo de Rochester y miembro de la Academia Americana de Neurología–. Otra posibilidad es que el aumento de los niveles de sobrepeso y obesidad en nuestra área podría ser un factor en las mayores tasas de neuropatía de fibras pequeñas». Un mayor índice de masa corporal, o IMC, es un factor de riesgo para la diabetes y los triglicéridos altos, que también pueden conducir a la neuropatía».
Las personas del estudio con neuropatía tenían un IMC medio de 30,4, en comparación con el 28,5 de las personas que no tenían neuropatía. Un IMC de 18,5 a 24,9 se considera saludable; de 25,0 a 29,9 se considera sobrepeso; y de 30,0 en adelante se considera obesidad.
Alrededor del 50% de las personas con neuropatía tenían diabetes, en comparación con el 22% de las personas sin neuropatía.
Las personas con neuropatía también eran más propensas a tener insomnio, con un 86% en comparación con el 54% de las que no tenían neuropatía. También eran más propensos a sufrir ataques cardíacos, con un 46% en comparación con el 27%.
«Basándonos en estos resultados, las personas con neuropatía de fibras pequeñas deberían someterse a pruebas de detección de problemas cardíacos y habría que controlar su nivel de glucosa en sangre para detectar signos de diabetes», afirma Klein.
Las personas con neuropatía también eran más propensas a tomar opioides para el dolor.
En 67 de las personas con neuropatía no se pudo determinar ninguna causa, lo que se denomina neuropatía idiopática. En 14 personas, la neuropatía estaba causada por la diabetes. Otras causas fueron el síndrome de Sjögren y el lupus.
El 36% de las personas desarrollaron una neuropatía de fibras grandes durante el estudio, una media de cinco años después de haber desarrollado la versión de fibras pequeñas.
«La buena noticia es que la mayoría de las personas con neuropatía idiopática no desarrollan deficiencias o discapacidades importantes, pero sí tenían muchas otras afecciones y un mayor riesgo de infarto, por lo que el desarrollo de tratamientos y métodos de prevención es crucial», señala Klein.
La principal limitación del estudio fue que los investigadores miraron hacia atrás en el tiempo en los registros médicos. Por ello, consideran que debería realizarse un estudio que examinara a todas las personas con síntomas de neuropatía de fibras pequeñas y les hiciera un seguimiento a lo largo del tiempo para confirmar estos resultados.