Cuando estos tipos de cáncer se detectan en etapas tempranas, la cirugía puede curar el padecimiento sin la necesidad de un tratamiento adicional.

La cirugía es el principal tratamiento para el cáncer de endometrio y cervical, a menudo, cuando estos tipos de cáncer se detectan en etapas tempranas, la cirugía puede curar el padecimiento sin la necesidad de un tratamiento adicional.

Sin embargo, en muchas ocasiones enfermedades como el cáncer de ovario, cuello uterino, así como otros tipos de cánceres que afectan el sistema reproductor femenino cervical, se detectan en etapas avanzadas, por lo que el tratamiento puede requerir más de una operación haciendo necesario tratamiento con radiación como la braquiterapia y la radioterapia de haz externo, y en algunos casos la quimioterapia.

De acuerdo con la secretaría de salud, el cáncer de cuello uterino es la segunda causa de muerte por cáncer en la mujer por lo que desde 2006 es considerado un problema de salud pública en México, mientras que el cáncer de ovario es la sexta causa debido a que no existe una prueba específica para su detección oportuna.

De acuerdo con los especialistas de Maroone Cancer Center de Cleveland Clinic Florida, ante este tipo de situaciones se debe idear un plan de tratamiento combinado que produce mejores resultados. «La combinación de radioterapia de intensidad modulada con braquiterapia es una técnica que nos permite ser más precisos en la detección del cáncer y ayuda a minimizar los efectos secundarios» explicó la doctora Eva Suarez, Oncóloga de Radiación de Cleveland Clinic Florida.

Cuando los tumores cervicales son demasiado grandes o ya se han diseminado más allá del cuello uterino al realizar el diagnóstico, la cirugía no es una opción inicialmente. En su lugar, la radiación externa y la quimioterapia pueden administrarse en el transcurso de aproximadamente cinco a seis semanas, con el fin de reducir el tamaño del tumor.

Durante el 2018, la American Cancer Society (ACS) estimó que el 92 por ciento de los cánceres uterinos ocurren en el endometrio. Aunque la cirugía puede curar muchos de estos casos, la braquiterapia se puede usar como adyuvante. Esto, generalmente se realiza en tres tratamientos de forma ambulatoria si se encuentra que una mujer tiene un alto riesgo de recurrencia de cáncer.

Suárez explica que la braquiterapia y la radioterapia de haz externo son tratamientos valiosos para los pacientes cuyo cáncer ginecológico regresa. Estos casos a veces pueden ser difíciles de tratar con cirugía. «Un área donde estamos viendo un crecimiento en los casos es en las recurrencias ginecológicas, por lo que utilizamos la tecnología más moderna en lo que respecta a la radioterapia para poder tratar a los pacientes cuando tienen este problema.» concluyo la especialista.

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