Los nutricionistas recomiendan agregar suficiente vitamina D en la dieta y en caso de dudas consultar con un médico.
La vitamina D es absolutamente crucial para la salud física y mental. Los síntomas de la deficiencia de vitamina D pueden ser difíciles de detectar, ya que no necesariamente provocan malestar.
La vitamina D es conocida por mantener los huesos fuertes y sanos. La vitamina D se produce de forma natural en el cuerpo humano por acción de la luz solar directa. Sin embargo, el aislamiento social y el encierro durante la pandemia del COVID-19 pueden causar su deficiencia.
Los nutricionistas recomiendan agregar suficiente vitamina D en la dieta y en caso de dudas consultar con un médico.
Algunos de los síntomas más comunes de la deficiencia de vitamina D son la fatiga, la debilidad y el dolor de huesos. Sin embargo, puede ir acompañada de una serie de síntomas inusuales.
Según la famosa farmacéutica Suzy Cohen, algunas personas pueden sentirse especialmente llorosas si no reciben suficiente vitamina D. También se corre el riesgo de padecer esta enfermedad si se produce una hinchazón estomacal inexplicable.
Algunos pacientes pueden tener respiración sibilante sin motivo aparente, mientras que otros desarrollan erupciones cutáneas, agregó citada por el diario Express.
La debilidad muscular también puede ser un signo de deficiencia de vitamina D, añadió.
«No soy yo quien lo dice, hay estudios aleatorios y controlados que han confirmado que los siguientes síntomas y enfermedades relacionadas están asociados a la insuficiencia de vitamina D», declaró.
«Erupciones cutáneas, arritmias cardíacas, lagrimeo, fatiga, intestino irritable, hinchazón, fracturas, deterioro cognitivo, debilidad muscular, neuropatía, degeneración macular, sibilancias, presión arterial alta, [y] infecciones frecuentes», enumeró la farmacéutica la lista de síntomas.
La vitamina D se encuentra en unos pocos alimentos, y solo en cantidades relativamente pequeñas.
Algunas de las mejores fuentes son el pescado azul —sardinas, salmón y caballa, por ejemplo—, y los huevos. Además, las setas, expuestas al sol y algunas carnes también contienen vitamina D.