Un estudio reciente mostró que la combinación de estos fármacos transformó las células cancerosas en grasa.
Un estudio publicado en Cancer Cell mostró que la combinación de dos fármacos frenó la proliferación de un tumor y su metástasis pues transformó las células cancerosas en grasa.
Una célula cancerosa es una célula en la que ha cambiado la programación genética, lo que hace que se reproduzca más rápido y generen un tumor primario y, posteriormente, tumores secundarios, la metástasis, que es lo que causa el 90 por ciento de las muertes por cáncer.
Ahora, un estudio ha demostrado (preliminarmente) que se puede dar vuelta a atrás con este proceso con la combinación de dos fármacos (Trametinib y Rosiglitazone).
Mediante este proceso, lograron convertir las células del cáncer de mama en grasa inofensiva en ratones a los que se les injertó tumores de mama con metástasis de pacientes (de la clase más agresiva de tumores y que no responden a tratamientos basados en receptores hormonales).
Los investigadores atacaron al cáncer en el momento en el que las células del tumor realizan la transición epitelial-mesenquimal. Es una etapa fundamental para el desarrollo de los embriones y para la proliferación de tumores.
Según Dana Ronen, investigadora de la Universidad de Basilea: Por definición, las células de grasa no pueden multiplicarse para generar hijas, por lo que tras la transformación el tumor no puede crecer, es como un callejón sin salida.
La investigadora asegura que el tratamiento afecta a las células más externas del tumor, pero al impedir que se propague, pueden intentar tratamientos como la terapia hormonal.
Ahora deben experimentar en otro tipo de tumores además de los que provocan el cáncer de mama.