«Esto reitera la falta de información y visibilidad los Estados de la República”, así lo establece el Diagnóstico Nacional sobre la Discriminación hacia personas LGBTTTI.
El 57.26 por ciento de la población Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI) desconocen sobre la existencia de espacios o establecimientos adecuados para atender sus necesidades en materia de salud en la entidad, así lo reveló el Diagnóstico Nacional sobre Discriminación en México a cargo de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) y la Fundación Arcoíris.
En el reporte correspondiente al Derecho a la Salud, las personas encuestadas informaron respecto al tipo de servicio de salud con el que cuentan, en ese sentido, de manera general el 47.6 por ciento de las personas LGBT+ cuentan con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y 13.1 por ciento con Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), así como otro gran porcentaje se encuentra bajo un seguro privado con el 27.1 por ciento.
Pero destaca que el 27.1 por ciento de quienes respondieron la encuesta, no cuentan con algún servicio de salud, lo cual “es alarmante pues en primera instancia refleja la insuficiencia por parte del Estado para brindar una atención de salud digna para las personas LGBT+, considerando los ejes esenciales de disponibilidad y accesibilidad”.
Para el Diagnóstico Nacional fueron encuestas un total de 117 personas de la población LGBTTTI en Tlaxcala, de las cuales el 57.26 por ciento contestaron que desconocen si existen si existen o no espacios adecuados para la atención de su salud, lo que reitera la falta de información y la visibilidad en Tlaxcala; mientras que el 30.76 por ciento aseguró en la encuesta que no existen centros de salud públicos especializados para la atención de personas LGBT+; y apenas el 6.83 por ciento contestó que si existen espacios públicos del sector salud para atender sus necesidades.
Dentro de los Estados que más número de personas dijeron que no se encuentran establecimientos públicos para la atención a personas LGBT+, sobresalen Tabasco, Chiapas, Guanajuato, Hidalgo, Durango y Tamaulipas, por referir algunos.
“Se considera algo muy importante y revelador en los datos que se analizaron, el tema de la autoexclusión. No es gratuito el que las personas LGBTTTI se mantengan al margen de los servicios de salud y la atención médica, ya sea porque consideran que se “enferman” poco, lo cual de antemano reitera la ausencia de una cultura preventiva y la delimitación de la salud a la “ausencia de enfermedad”, situación que como la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado, se queda corta”.
También está “la posibilidad de que el personal de salud esté capacitado para atender a la población LGBTI es tan falible, que se vuelve una cuestión como se mencionó, sumamente arbitraria y poco sistemática bajo la cual, algunos grupos se ven incluso mucho más invisibilizados que otros, en particular las mujeres lesbianas, personas bisexuales y otras orientaciones sexuales, así como identidades no binarias o conformes al género. Cabe recordar, además, que más de la mitad de quienes participaron en este diagnóstico refirieron no haber recibido información oportuna y especializada sobre enfermedades y problemas de salud ligados a ser LGBTI”.
Otra pregunta de interés en el diagnóstico fue saber si durante la atención médica hicieron comentarios peyorativos o discriminatorios sobre su orientación sexual o identidad de género. De acuerdo con los datos, el 50.3 por ciento de las personas encuestadas indicó que nunca ha vivido una situación así. Sin embargo, alrededor de un 26.7 por ciento sí se ha enfrentado a este tipo de comentarios, en mayor proporción de manera ocasional, pero al fin y al cabo sugiere que lamentablemente el espacio de la salud permanece con un espacio de discriminación para las personas LGBT+.
Y no deja de ser de interés que el 23 por ciento de personas que no respondió a esta pregunta, pues como se ha señalado antes, una posibilidad puede ser el que ni siquiera tengan acceso a servicios de salud.