La agencia de la ONU encargada de velar por la salud en el continente americano pide además paciencia con la fase de vacunación y advierte que no es bueno no hacer proyecciones de tiempo ni desesperarnos.
Al mismo tiempo, destaca que los dos próximos años “van a ser críticos” y que la ‘inmunidad de rebaño’ necesaria, entre un 60 y un 80% de la población, no se producirá de inmediato. La Organización Panamericana de la Salud informó este miércoles que las Américas están experimentando «los niveles más altos de casos de COVID-19 desde el inicio de la pandemia», por lo que pidió que las autoridades de salud emitan “una guía clara para proteger a las comunidades”.
También pidió, a través de su directora, que los Gobiernos que actúen para aumentar la capacidad hospitalaria en las áreas afectadas.
Con más de 753.000 muertes y más de 28,5 millones de casos reportados en las Américas, «las cifras y tendencias hacen claro que nuestra región debe redoblar las medidas preventivas, especialmente en preparación para las vacaciones de fin de año. Ahora no es el momento de relajarse», sostuvo Etienne en una rueda de prensa.
En algunos países, “una vez más necesitamos esfuerzos coordinados para aumentar la capacidad hospitalaria en las zonas más afectadas porque cuando los hospitales no pueden acomodar a todos los enfermos, muchos morirán esperando atención», afirmó.
El aumento de infecciones en América del Norte sigue desbocado La directora general de la Organización expresó su preocupación por el continuo aumento de infecciones en Norteamérica con la llegada del invierno en el hemisferio norte.
Explicó que en Canadá siguen aumentando las infecciones y que en algunas provincias se reportó un número de muertes récord, mientras que en Estados Unidos los recuentos diarios de casos llegan a los 200.000 y el número de hospitalizaciones ya es superior a las 100.000. En México se informó de una reaparición de casos en el estado de Baja California, cerca de la frontera con Estados Unidos.
“En Centroamérica, Panamá continúa reportando una alta incidencia de casos de COVID-19, y Honduras y Guatemala están experimentando un aumento particular de casos en las áreas más afectadas por los huracanes Iota y Eta”, destacó. Igualmente definió como “preocupante” la situación en algunos países de América del Sur, con Brasil informando de la mayor incidencia de nuevos casos de coronavirus en América del Sur. Añadió que el sistema de salud del país carioca se encuentra “bajo presión” y que en algunas áreas los hospitales “están al máximo”.
También informó de un aumento de casos y muertes en las áreas limítrofes de Colombia con Venezuela y Ecuador. “Más al sur, Paraguay experimenta un aumento en las infecciones y las autoridades de salud monitorean la situación de cerca para garantizar la capacidad de camas suficientes para atender a los pacientes críticos”, explicó.
Llegada de la vacuna a través del mecanismo COVAX La OPS trabaja con la perspectiva de que las vacunas fabricadas mediante el mecanismo COVAX* empezarán a distribuirse para su uso entre marzo y abril de 2021 y que los países de América Latina ya han invertido mediante anticipos y avales más de 1000 millones de dólares para participar en el mecanismo.
“Puede ser que llegue una pequeña cantidad antes o puede ser que llegue después, pero esa es la fecha que seguimos trabajando porque es la que nos parece más factible”, explicó el subdirector de la Organización. Jarbas Barbosa diferenció este envío del que puedan tener ciertos países mediante acuerdos bilaterales con los productores de vacunas. En este caso indicó que pueden recibir una pequeña cantidad de vacunas a finales de diciembre, pero que no dispone de toda la información al respecto.
Al mismo tiempo, destacó la importancia de que los países dispongan de un plan nacional de vacunación en el que cualquier vacuna que llegue sirva para proteger a los más vulnerables: las personas mayores, los trabajadores sanitarios y los adultos que sufran alguna condición previa como hipertensión, diabetes o cáncer, un grupo que cifró alrededor del 20% de la población de cada país.
“Las vacunas que lleguen primero no van a servir para interrumpir la transmisión. Esto va a tomar meses y durante estos meses nosotros confiamos en que ya sabemos lo que se necesita para reducir la transmisión (…): mantener todas las medidas individuales y colectivas”, entre ellas el uso de mascarillas y guardar la distancia de seguridad.
Respecto a la obligatoriedad de vacunarse, Barbosa señaló que es una decisión que depende de cada país, como la vacunación obligatoria para los niños en muchos países de la región, pero que lo más importante no es discutir este hecho sino discutir la obligatoriedad de tener la vacuna disponible. “O sea tener los planes de vacunación y fortalecer todos los mecanismos, como COVAX a nivel global.
COVAX todavía no tiene todos los fondos necesarios para apoyar a los países más pobres del mundo. Es muy importante llamar a los donantes, a los países ricos, que puedan participar de este mecanismo”, subrayó. Los próximos dos años van a ser críticos “No es bueno hacer proyecciones de tiempo. No podemos desesperarnos. Va a tomar tiempo” afirmó el doctor Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Transmisibles.
“Los dos próximos años van a ser críticos porque la vacunación no va a ser de la noche a la mañana y para llegar a tener inmunidad de rebaño hay que tener una gran parte de la población vacunada, 70%, 80%, 60% y eso no va a ser de inmediato”, destacó.
A este factor temporal hay que unirle que muchas de las vacunas todavía están en fase de pruebas, una circunstancia que imposibilita su pronta utilización, por lo que hay que continuar con las medidas de protección previamente explicadas como el uso de máscaras, el lavado de manos, evitar los espacios cerrados y las reuniones de personas solo en grupos pequeños.
Reacciones alérgicas a la vacuna de Pfizer
Ante la noticia publicada hoy de que las personas con historial alérgico grave eviten tomar la vacuna de la farmacéutica Pfizer, Barbosa explicó que las reacciones alérgicas a las vacunas son una circunstancia que puede ocurrir con cualquier medicamento, por lo que señaló que las personas que sufrieron reacciones alérgicas graves a otras vacunas no deben tomar la vacuna de la farmacéutica de Pfizer.
Durante la conferencia de prensa se confirmó la llegada desde hace dos semanas de las pruebas rápidas de detección de antígeno a Ecuador y que Perú está en riesgo de tener una segunda ola de coronavirus. Etienne también manifestó su preocupación por el nivel de inseguridad alimentaria que la pandemia ha traído a la región ya que actualmente cientos de miles de personas en américa Latina y el Caribe no saben cuándo llegará su próxima comida. Mejorar el suministro de los productos médicos.
El pasado lunes la Organización Panamericana de la Salud y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe convocaron un diálogo entre los sectores de la salud, la industria, y la ciencia y tecnología de la región.
El encuentro destacó que la pandemia de COVID-19 ha puesto en evidencia las “debilidades estructurales de los sistemas de salud en la región y las bases para repensar su desarrollo, así como la vulnerabilidad de las cadenas globales de suministros, con la restricción de importaciones y la insuficiente disponibilidad de productos médicos y tecnologías de salud para cubrir grandes aumentos en la demanda”.
A estos factores hay que añadirle el escaso desarrollo y el “bajo nivel de sofisticación tecnológica” de la industria manufacturera de la salud regional, una situación que provoca una alta dependencia externa para este tipo de productos.
La Comisión estima que solo un 4% de las importaciones de productos médicos relacionados con la respuesta a la COVID-19 en América Latina y el Caribe tuvo como origen la propia región. Los representantes de la Organización y la Comisión coincidieron en la necesidad de disponer de una nueva visión de políticas integrales que tenga en cuenta los objetivos y necesidades del sector sanitario e incentive su desarrollo industrial.
“El desafío es avanzar hacia un mercado regional integrado de medicamentos y otras tecnologías sanitarias, que esté fundado en redes de producción e investigación compartida entre países. De alcanzar la escala necesaria, este mercado podría reducir la dependencia externa y asegurar el acceso a los productos médicos necesarios para satisfacer la demanda regional”, destacaron.
*COVAX es un mecanismo codirigido por la Alianza Gavi para las Vacunas, la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias y la Organización Mundial de la Salud. Su objetivo es acelerar el desarrollo y la fabricación de vacunas contra la COVID-19 y garantizar un acceso justo y equitativo a ellas para todos los países del mundo.