La funcionalidad de los espermatozoides también se puede ver comprometida por unos niveles bajos de testosterona. 

Con la edad todo envejece, y en el caso concreto de los hombres, el aparato reproductor masculino también. Entre otros cambios, puede producirse una atrofia testicular, así como un agrandamiento de la próstata, o el que se reduzca la testosterona, ¿cuáles son esos cambios y cómo afecta todo esto a la esfera sexual y reproductiva del hombre?

Desde la Asociación Española de Urología, el doctor Juan I. Martínez-Salamanca apunta que con la edad, principalmente, se pueden producir dos fenómenos que pueden alterar la esfera sexual del varón.

Por un lado, apunta al llamado ‘síndrome metabólico’, una enfermedad asociada al sedentarismo y a la obesidad, que no sólo produce un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, sino que también puede derivar en disfunción eréctil, en una disminución de la libido, y en un incremento del tamaño prostático, así como en síntomas a la hora de orinar.

Por otro lado, menciona que la producción de testosterona puede disminuir con el paso de los años (ligado o no al síndrome metabólico), y generando también problemas tanto en la esfera sexual, como en todo el organismo.

El también urólogo del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda de Madrid hace referencia aquí lo que se conoce como la ‘menopausia masculina’ o ‘andropausia’: «Ese déficit de testosterona es lo que habitualmente se conoce como ‘andropausia’, que puede causar varios síntomas: Disminución de la energía, pérdida de masa muscular, aumento de la grasa, trastornos del sueño, depresión, disminución del calcio en los huesos, enfermedad cardiovascular, pérdida de pelo y vello corporal, disfunción eréctil y disminución de la libido».

A su juicio, es difícil conocer la frecuencia de este síndrome, ya que los síntomas pueden ser muy variados y pueden estar presentes en otras enfermedades frecuentes con el envejecimiento. «Los estudios describen prevalencias dispares, entre el 2 y el 50% de la población estudiada. Probablemente, la cifra real sea algo intermedio, con un aumento del riesgo progresivo con el envejecimiento», precisa el también director médico de Lyx Instituto de Urología (Madrid).

En este punto, resalta que la disfunción eréctil es el principal síntoma de la andropausia. «La disminución de los niveles de testosterona hace que las erecciones sean más infrecuentes y de peor calidad. A esto hay que sumarle la disminución de la libido que suele acompañarse. También es importante tener en cuenta otra serie de factores, como la obesidad o las alteraciones vasculares, que pueden ser causa directa de los problemas de erección o indirecta, al disminuir los niveles de testosterona en estos pacientes», remarca el urólogo.

En cuanto a la fertilidad del hombre, de la que siempre pensamos que no se ve afectada por el paso de los años, el doctor Martínez-Salamanca desmiente totalmente esta afirmación señalando que la funcionalidad de los espermatozoides también se puede ver comprometida por unos niveles bajos de testosterona. «Si bien es cierto que su papel es más relevante durante el desarrollo sexual, ya que juega un papel crucial en el desarrollo de los testículos. Además, los problemas ya mencionados de disfunción eréctil y de disminución de la libido también pueden empeorar de manera indirecta esta situación, al disminuir el número de relaciones sexuales», agrega el miembro de la Asociación Española de Urología.

¿SE PUEDEN PREVENIR?

Con todo ello, el urólogo del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda de Madrid indica que hay dos factores fundamentales en la prevención: «Por un lado, una vida saludable, con una dieta equilibrada y un ejercicio físico regular para evitar el sobrepeso. Es fundamental para mantener una buena salud sexual».

Si ya tuviéramos presente alguno de los síntomas mencionados anteriormente, Martínez Salamanca ve importante consultar con el médico de atención primaria o el urólogo, para hacer una valoración integral de la esfera sexual masculina, mediante cuestionarios dirigidos y la medición de los niveles de testosterona en sangre.

«Detectar y corregir el déficit de testosterona y el síndrome metabólico no sólo es importante para conseguir una buena salud sexual, también nos va a ayudar a evitar problemas cardiovasculares en el futuro», subraya el experto.

Según sostiene, no hay que olvidar que la disfunción sexual es en ocasiones la alerta de un problema sistémico mucho mayor, por lo que cree fundamental el consultar al médico para realizar una valoración integral de su salud tanto sexual como cardiovascular. «Unos hábitos de vida saludables son fundamentales para mantener una vida sexual activa con el envejecimiento», recuerda el director médico de Lyx Instituto de Urología.

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