Durante dicho periodo aumenta el riesgo de contraer enfermedades respiratorias, así como afecciones oculares y de la piel.


Las infecciones respiratorias agudas son enfermedades que afectan oídos, nariz, garganta y pulmones, y son ocasionadas principalmente por virus, aunque también pueden ser bacterias que se transmiten de persona a persona a través de las gotitas de saliva, expulsadas al toser o estornudar o por contacto con superficies contaminadas, como manijas de las puertas, barandales del transporte público, mesas o escritorios.

El resfriado común, en la mayoría de los casos, provoca secreción y congestión nasal y estornudo. Se puede presentar también dolor de garganta y cabeza, tos u otros síntomas, informó el médico supervisor de Epidemiología, de la Oficina de Representación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, Gabriel Durán Romero. “En esta temporada aumentan las consultas en los servicios de salud, por enfermedades de las vías respiratorias, sobre todo en niños y adultos mayores de 65 años, así como de personas con enfermedades crónicas, que son los grupos más vulnerables ante estos padecimientos”, señaló.

La COVID-19 se comporta de manera similar al resfriado común, por lo que es importante no confundir los síntomas. Existe una alta posibilidad de que se adquiera el virus del resfriado, después de haber tocado alguna superficie contaminada y posteriormente tocar la nariz, los ojos o la boca, detalló el especialista.

Las bajas temperaturas propician que entre aire frío por la nariz, debilite el sistema inmune y por ello no responde con la misma eficacia ante la infección de un virus, por lo que inicia el resfriado. Dentro de las acciones que deben fortalecerse en esta temporada de frío, están: conservar una sana distancia, cuando menos a 1.5 metros de distancia; protección y cuidado de las personas adultas mayores.

Así como el aislamiento social voluntario; mantener ventilación en lugares cerrados; saludo a distancia, no saludar de beso o de mano; uso de cubrebocas; lavado frecuente de manos; estornudo de etiqueta (cubrir nariz y boca con la cara interna del antebrazo).

No tocarse la cara con las manos sucias; realizar la limpieza y desinfección de superficies y objetos de uso común; uso de ropa abrigadora (gorro, guantes, bufanda); evitar cambios bruscos de temperatura y corrientes de aire; consumir alimentos de temporada con alto contenido de vitamina C y D (frutas y verduras); consumo abundante de líquidos; evitar fumar y encender anafres en el interior de la casa.

En caso de presentar síntomas de una infección respiratoria, deberá acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) para que el médico lo valore y emita las recomendaciones o tratamiento adecuado, según las condiciones de salud.

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