Un medicamento demostró capacidad particular de llegar a tumores en el cerebro, que son notoriamente difíciles de tratar.
Médicos reportaron excepcionales buenos resultados en las pruebas de dos medicamentos experimentales en mujeres con una forma agresiva de cáncer de seno que estaba muy extendido y había resistido varios tratamientos previos.
Un medicamento demostró capacidad particular de llegar a tumores en el cerebro, que son notoriamente difíciles de tratar. El otro combina una especie de dispositivo dirigido que libera una carga de quimioterapia al llegar a las células cancerígenas.
“Es un misil guiado. Es capaz de llevar la quimioterapia directamente a la célula cancerígena”, dijo el doctor Ian Krop, líder del estudio, del Instituto de Cáncer Dana-Farber en Boston.
Los resultados fueron difundidos el miércoles en el Simposio de Cáncer de Mama de San Antonio, Texas, y en la gaceta médica New England Journal of Medicine.
Krop lideró un estudio de 253 mujeres para probar el medicamento de misil guiado, llamado T-DXd, administrado como infusión cada tres semanas. Estas mujeres intentaron en promedio seis tratamientos previos antes del medicamento experimental. Se probaron diferentes dosis y 184 mujeres recibieron la que resultó ser la mejor. De ellas, los tumores en 61% se redujeron por lo menos 30%. En 6%, no había señales de cáncer en por lo menos dos escaneos de seguimiento.
Sin embargo, los efectos secundarios fueron considerables. Aproximadamente 60% de las mujeres tuvieron un recuento sanguíneo bajo, nausea, anemia o fatiga y 15% dejaron el tratamiento debido a esto. Peor aún, 25 sufrieron de inflamación pulmonar y cuatro murieron por ello. Éste es un efecto secundario inusual en otros medicamentos para este tipo de cáncer, pero fue mucho más común con el medicamento experimental. Los médicos pueden observar a las pacientes muy de cerca y darles medicamentos antiinflamatorios si esto ocurre, informó Krop.
El estudio fue financiado por las farmacéuticas Daiichi Sankyo y AstraZeneca, las cuales buscan aprobación para su uso en Estados Unidos, Japón y Europa. Krop es asesor de ambas empresas.
El doctor Eric Winer, de Dana-Farber, ayudó a dirigir el estudio del otro fármaco experimental, tucatinib, de Seattle Genetics.
“Es un medicamento que tiene la capacidad particular de llegar al cerebro”, dijo y a la mitad de las 612 participantes se les había extendido el cáncer ahí.
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