La acumulación es la sobreabundancia de posesiones que en conjunto crean espacios caóticos y desordenados en el hogar
Si tienes que mover objetos para poder terminar una tarea en tu casa u oficina o si te sientes abrumado por todas tus “cosas”, entonces es una clara señal de que la acumulación ha ganado la partida. Es posible que eso te esté provocando más estrés del que piensas.
“La acumulación es la sobreabundancia de posesiones que en conjunto crean espacios caóticos y desordenados en el hogar”, comentó Joseph Ferrari, profesor de Psicología de la Universidad DePaul en Chicago, quien estudia las causas de la acumulación y su impacto en el bienestar emocional. Los investigadores están descubriendo que un hogar atestado puede provocar estrés.
Ferrari fue parte de un equipo de investigación que entrevistó a tres grupos de adultos sobre la acumulación y la calidad de vida: estudiantes universitarios; adultos jóvenes en sus veintes y treintas, y adultos mayores, la mayoría de más de 50 años.
El estudio, publicado en Current Psychology, descubrió una relación importante entre la procrastinación y los problemas de acumulación en todos los grupos etarios. Se observó que la frustración a causa de la acumulación incrementaba con la edad. Entre los adultos de mayor edad, los problemas de acumulación también estaban asociados con una insatisfacción con la vida.
Estos descubrimientos se suman a una evidencia creciente de que la acumulación puede tener un impacto negativo en el bienestar mental, en especial en las mujeres. La acumulación también puede inducir una respuesta fisiológica, incluyendo un incremento en los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Controlar el trabajo pesado de limpiar el desorden es una tarea difícil de dominar con la que batallan muchos habitantes de casas atestadas.
Ferrari señaló que la acumulación a menudo también es resultado de un “apego excesivo” a nuestros artículos personales, lo cual dificulta que nos deshagamos de ellos. Para las personas abrumadas que buscan deshacerse de la acumulación, él recomienda una técnica en la que no hay que meter las manos.
“Si vas a deshacerte de la acumulación, no toques el artículo. No lo recojas”, dijo. “Pídele a alguien más que tome los pantalones negros y te pregunte: ‘¿Necesitas esto?’. Una vez que tocas el artículo, tienes menos probabilidades de deshacerte de él”.
Otra opción consiste en hacer un esfuerzo consciente por comprar menos cosas. Ferrari argumentó que no necesitamos la mayoría de las cosas que compramos. “Nos han dicho que nuestros deseos son necesidades”, aseguró.
Saxbe coincidió en que una forma de deshacerse de lo acumulado es mantener los artículos fuera de la casa desde el inicio. Alentó a los compradores a considerar si de verdad necesitan determinado artículo o si este contribuirá a la percepción de disfunción en su hogar. “Una vez que entre a tu casa, será sumamente difícil lidiar con él. Te apegas a tus posesiones”, concluyó.
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