Los síntomas no se deben al uso de medicamentos ni sustancias estupefacientes.
El trastorno obsesivo compulsivo, también conocido como TOC, por sus siglas, es una afección de carácter mental que se presenta con síntomas como miedos y/o pensamientos no deseados que conducen a la realización de comportamientos de manera repetitiva, que pueden llegar a interferir en el día a día de quien lo padece.
Estadísticamente, se calcula que el TOC afecta cerca de 1-2% de la población mundial, con una incidencia mayor en mujeres, según cifras propuestas por la Asociación Americana de Psiquiatría, en su manual diagnóstico, DSM-V (APA, 2013).
Generalmente, el trastorno obsesivo compulsivo suele enfocarse en temas en particular, como el miedo a los gérmenes, cerrar compulsivamente puertas o llaves, apagar y encender luces, etc. Pero, ¿qué más sabemos de este trastorno? ¡Conoce todos sus detalles!
¿Qué es el trastorno obsesivo compulsivo?
El TOC o trastorno obsesivo-compulsivo se trata de un desorden mental crónico que se caracteriza por presentar obsesiones que no son más que pensamientos no deseados e intrusivos que a veces son seguidos por compulsiones, es decir, rituales o conductas repetitivas que llegan a interferir en la cotidianidad de quien lo padece.
Al tratar de ignorar o frenar estos pensamientos y evitar las compulsiones, lo único que se consigue es incrementar el malestar emocional, aumentando de manera significativa los niveles de ansiedad y estrés.
Según el manual diagnóstico DSM-V, la edad media de aparición del TOC se sitúa entre los 19-20 años de edad; sin embargo, es importante tener en cuenta que cerca de un 25% de los casos diagnosticados con este trastorno, han comenzado cerca de los 14 años de edad.
Es importante señalar que muchas de las personas que han sido diagnosticadas con trastorno obsesivo compulsivo, han presentado previamente (o incluso en el momento del diagnóstico), algún trastorno de tic.
Síntomas del TOC
Para comprender mejor el trastorno obsesivo compulsivo, es importante conocer sus síntomas; para ello, se recoge la información del DSM-5, es decir, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, en su quinta edición, que sirve de guía para los profesionales de la salud mental.
Las obsesiones
Se trata de pensamientos que surgen en la mente de manera repetitiva e intrusiva, y que pueden presentarse en forma de imágenes mentales o impulsos. No se pueden controlar y generan altos niveles de estrés y ansiedad si no son atendidos al momento.
Las compulsiones
Existen dos tipos de compulsiones. Por un lado, las conductuales, que pueden ser acciones como lavarse frecuentemente las manos, chequear algo varias veces, cerrar las puertas de determinada manera, prender y apagar la luz cierta cantidad de veces, etc.
Y por otro lado, tenemos las compulsiones de pensamiento, que implican acciones como repetir mentalmente ciertas palabras, contar números particulares, rezar de determinada manera, de forma exacta para que puedan desaparecer las obsesiones.
Las personas que padecen TOC sienten que estas acciones (conductas o palabras), le ayudarán a disminuir o incluso evitar la angustia que se genera por el trastorno, pero esto no se relaciona con la realidad y en muchos casos, suelen ser exageradas.
Es importante tener en cuenta que el contenido de este artículo es solo de carácter informativo, y que no sustituye de ninguna manera la valoración por parte de un profesional de la salud mental.
Criterios diagnósticos
Adicionalmente a la presencia de los síntomas de obsesiones y compulsiones, es importante tener en cuenta otras condiciones que deben existir para su diagnóstico, como por ejemplo:
Los síntomas mencionados deben causar intenso malestar emocional y tener una incidencia negativa en la realización de las actividades cotidianas.
Si hay algún otro trastorno de base, se debe descartar que se trate de síntomas del mismo.
Los síntomas no se deben al uso de medicamentos ni sustancias estupefacientes.
Causas del TOC
Hasta el momento, no se ha podido determinar la causa exacta del trastorno obsesivo compulsivo, pero se sabe que en su aparición influyen una serie de factores relacionados con el ambiente, la genética y la química cerebral.
Funcionamiento cerebral
A través del estudio del cerebro por medio de imágenes se ha determinado que existen algunas diferencias estructurales y funcionales en las personas diagnosticadas con TOC; sin embargo, hasta el momento, no se ha podido comprender completamente lo que ocurre en su totalidad.
Factores hereditarios
Existe una mayor incidencia en personas cuya historia familiar incluye algún caso previo de TOC, principalmente, si se trata del padre, hijos o hermanos, es decir, algún pariente de primer grado.
Trauma en la infancia
Algunos estudios hablan acerca de la relación que existe entre el trauma y/o abuso durante la infancia y la posterior aparición de un trastorno obsesivo compulsivo.
Diagnóstico
Para hacer un diagnóstico de trastorno obsesivo compulsivo, se pueden utilizar diversas estrategias, entre las cuales se encuentran:
Cumplimiento de los criterios diagnósticos
Para esto, se utiliza como guía el ya mencionado Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, también conocido como DSM-5.
Evaluación psicológica
La evaluación profesional es una de las herramientas de más utilidad al momento de lograr un diagnóstico. Para ello, se indaga en los sentimientos y pensamientos presentes. También incluye el estudio de patrones de conducta que pueden afectar o no a la vida cotidiana.
Por otro lado, es de gran ayuda poder incluir en esto a familiares o amigos cercanos que puedan ofrecer más información y servir como red de apoyo.
Evaluación física
A fin de descartar la existencia de otros problemas de salud que puedan estar causando los síntomas relacionados al TOC, es importante realizar una evaluación física. Esto incluye descartar los síntomas por consumo de sustancias o medicamentos.
Tratamiento del TOC
El TOC, al igual que muchos otros trastornos mentales, es complejo de tratar, ya que existen muchas variantes en juego, por lo que no existe un tratamiento único que pueda ayudar a mejorar a todos los pacientes. Además, no en todos los casos se consigue una cura (hablamos de un trastorno crónico con recidivas).
Sin embargo, hay opciones que pueden ayudar a aminorar los síntomas de forma que dejen de ser quienes dominen el día a día de la persona con TOC. Entre las alternativas terapéuticas se encuentran la psicoterapia y la terapia medicamentosa.
Psicoterapia
La psicoterapia ha demostrado ser altamente eficaz en la reducción e incluso, desaparición de los síntomas relacionados al TOC, principalmente la terapia cognitivo conductual.
Una de las técnicas más usadas implica una exposición sistemática y de manera segura al factor generador de la obsesión y la resistencia a las compulsiones.
Terapia farmacológica
La terapia con medicamentos antidepresivos y/o ansiolíticos ha ofrecido muy buenos resultados en los casos de personas con trastorno obsesivo compulsivo, ayudando a disminuir los pensamientos intrusivos y conductas que afectan el normal desarrollo de la vida cotidiana de los pacientes. El tratamiento farmacológico por elección son los antidepresivos ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina).
A modo de reflexión
Es importante acudir siempre a profesionales de la salud mental, pues el trastorno obsesivo compulsivo puede llegar a ser muy difícil de diagnosticar y tratar, y además, comparte criterios con otras patologías, como la depresión, trastornos de ansiedad o esquizofrenia. Incluso, puede llegar a confundirse con el trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo.
“ El dolor mental es menos dramático que el dolor físico, pero es más común y también más difícil de soportar”. -C. S. Lewis.
La salud mental es tan importante como la salud física; por ello, si sientes que algo no va bien o si sientes que tu situación te sobrepasa, no dudes en buscar ayuda profesional. La mejor inversión que puedes hacer es en ti y en tu bienestar.