En las publicaciones en Instagram se señalan a por lo menos diez docentes que han acosado, ofendido, hostigado y tocado a alumnas.
Peticiones de citas, solicitudes de fotos o vídeos con contenido erótico, favores sexuales a cambio de derecho a examen o para justificar faltas, así como negligencia de las autoridades al momento de denunciar esas muestras de acoso, son algunas de las denuncias que han hecho alumnas de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) a lo largo de esta semana a través de la campaña #YoSiTeCreoUATx y #YoSiTeCreoDerechoUATX en redes sociales.
Esa campaña cobró mayor fuerza cuando las alumnas del departamento de Ciencias Económico Administrativas (CEA), campus Amaxac de Guerrero, se manifestaron para denunciar a al menos cuatro maestros que las acosaban y hostigaban sexualmente, motivo por el cual se hizo visible la problemática que enfrentan las universitarias.
A través de Instagram, las alumnas no solo de CEA sino también de la facultad de derecho y de diferentes campus como Rectoría, Tlaxcala, Teacalco, entre otros, comenzaron a contar sus experiencias, fue entonces que aquellas “leyendas urbanas” que se escuchaban en los pasillos de la universidad cobraron vida.
Con los relatos de las alumnas también había nombres Flavio, Cristóbal, Rolando, Rodolfo, Omar, Miguel Ángel, Gabriel, Crisanto, Hugo, y Hans, todos ellos señalados de haber solicitado a las universitarias favores sexuales, citas, invitaciones a sus casas, peticiones de fotos o vídeos con contenido erótico o sexual, de haberlas sometido para besarlas y tocarlas, además de insultarlas, calificarlas de una u otra manera por el uso de faldas o vestidos, pero además condicionar la presentación de examen con base a la forma de vestir.
Con respecto al caso de un docente de nombre Hugo, suma más de siete reseñas de abusos, cuentan que él para justificar faltas o tener derecho a examen las alumnas deben “convencerlo”. “Si quería justificar mis faltas tenía que buscar la manera de convencerlo y ya de acuerdo a lo que hiciera vería si las justifica”, acusan en una de las publicaciones, pero además al momento de solicitar exámenes, la respuesta en algunos de los casos son la siguiente: “le dije al profesor y me negó mi examen insistí y él dijo que si quería otra oportunidad debía acompañarlo después de clases y hacerle un favor. Le dije que no y se empezó a reír para decirme que entonces estaba reprobada”.
En otro relato, una alumna recordó que “iba en segundo semestre cuando el profesor Hugo me acosó, me negó el derecho de hacer examen del tercer parcial, y me dijo que quería hablar en privado conmigo con voz un tanto perversa, cuando esto sucedió yo estaba esperándolo afuera del aula pero él me pidió que habláramos en un lugar con menos gente y accedí (se trataba, supuestamente, de mi calificación), me dijo que creía que yo iba a ser más inteligente, que yo no estaba ahí solo por el examen sino que yo tenía algo diferente, mientras posaba su mirada de arriba debajo de mi cuerpo y que debía hacer algo para ganarme ese derecho a examen”.
En otro de los casos, Hans “el profesor nos obliga a mandarle vídeos de nosotras haciendo a diario ejercicio como parte de un “proyecto” supuestamente, si no enviamos vídeos nos perjudicaba en la calificación”, en este caso las alumnas comentan que les hace comentarios de índole sexual respecto a las rutinas de ejercicio, emite calificativos si están bonitas o muy desarrolladas.
Muchos de los casos fueron denunciados a las coordinaciones de cada una de las especialidades, no obstante, a pesar de haber mostrado pruebas nunca prosperaron, y la respuesta que recibieron fue solo el compromiso de palabra que ya no iba a pasar, en el mejor de los casos los cambiaban de salones, y hasta de escuela, pero seguían frente a grupo, mientras que en los peores casos por tratarse de personajes “influyentes” las personas afectadas decidieron no hacer nada porque ya sabían cuál sería el resultado, la negación total.
