Desde 2007, la cantidad más alta por mes se había registrado en mayo del 2012, cuando fueron registrados 72 en esos 31 días

Puebla tuvo los cinco meses más violentos de los últimos 10 años: en noviembre tuvo 99 asesinatos; en julio sumó 97; en septiembre acumuló 88; en mayo hubo 85 y en octubre las autoridades contabilizaron 84, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).

Nunca, en la historia de la entidad, se habían registrados tantos homicidios dolosos. Desde 2007, la cantidad más alta por mes se había registrado en mayo del 2012, cuando fueron registrados 72 en esos 31 días. En segundo lugar estaba abril de 2016, cuando se contabilizaron 71. Y en tercer sitio estaba noviembre de 2011, con 66.

El 2017 es el año más violento de Puebla. En total, 919 asesinatos. En promedio, 2.5 diarios. Esta cantidad es 55 por ciento superior a los 590 del año anterior. Casi el doble que los 499 de 2015 y casi el triple que en 2014, cuando sumaron 338.

Cabe destacar que el aumento de los homicidios dolosos en la entidad estaría relacionado con el combate al robo de combustible, el cual se recrudeció en mayo después que fueron atacados elementos militares en Palmarito Tochapan, comunidad de Quecholac, lo que motivó al presidente Enrique Peña Nieto que ordenara operativos especiales contra las bandas dedicadas a este delito.

Desde entonces a la fecha, el gobernador José Antonio Gali Fayad, como sus secretarios general de Gobierno y de Seguridad Pública, Diódoro Carrasco Altamirano y Jesús Morales Rodríguez, respectivamente, han declarado recurrentemente que estas muertes están relacionadas con las tareas contra grupos delictivos, como también por ajustes de cuentas entre estos criminales.

Entre los casos más importantes destacan el ocurrido el pasado 30 de abril, cuando tres turistas de la Ciudad de México fueron asesinados a balazos en una gruta ubicada en San Andrés Tzicuilan, municipio de Cuetzalan, donde supuestamente habrían sido víctimas de un robo.

Ese mismo mes, nueve personas originarias de Huehuetlán El Grande fueron ejecutadas por un comando armado: cuatro de ellas en sus casas y otras cinco fueron víctimas de un levantón y sus cuerpos chamuscados fueron encontrados en un paraje de la zona rural de esta capital del estado.

Otro caso: 30 de julio, cuando cinco jóvenes fueron baleados por sicarios en el interior de una camioneta, cuando circulaban por la carretera México-Veracruz, a la altura de Tehuacán, donde hubo cuatro muertos.

En este recuento, no puede faltar la cita del 10 de octubre, cuando fue emboscado y asesinado el presidente municipal de Huitzilan de Serdán, Manuel Hernández Pasión, y su escolta.

Sin embargo, el 30 de ese mes destacó en el listado, pues en Tlaltenango, Amozoc y Puebla, se ejecutaron a doce personas, en una pugna entre dos grupos de huachicoleros. Todo empezó en Tlalnepantla, donde un grupo armado acribilló a cuatro huachicoleros y a un ganadero.

En la tarde-noche registraron otros cinco homicidios: tres varones y una mujer en una clínica de esta capital, donde, después se supo, pereció uno de los líder delincuenciales más importantes: El Kalimba, quien trataba de someterse a cirugía plástica; en la ejecución de su plan y huida, los sicarios mataron a otras dos personas, quienes se resistieron a entregar una camioneta.

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