Este lunes 14 de octubre, la autopista México–Puebla fue cerrada a la circulación a la altura del kilómetro 100+300, debido a que fue abandonado un vehículo en llamas, en cuyo interior se encontraron tres cadáveres apilados en el asiento trasero.
La unidad fue dejada por integrantes de una banda criminal, totalmente cruzada sobre entre el carril de alta y central de la autopista, a una distancia de kilómetro y medio del Arco de Seguridad del municipio de Huejotzingo, con dirección a la Ciudad de México.
Información preliminar precisa que fueron elementos de la Policía Estatal y de la Secretaría de la Marina (Semar) quienes ubicaron el vehículo modelo Aveo de la marca Chevrolet, color gris, completamente en llamas a las 5:30 horas del lunes,
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Daniel Iván Cruz Luna expuso que inicialmente se pensó que se trató de un accidente, pero cuando los bomberos terminaron de sofocar el fuego, encontraron los cuerpos dentro de la unidad.
Indicó que ante la situación, aunque se trata de una vía de comunicación de orden federal, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla tomó conocimiento del caso, y se encargó de realizar las diligencia para el levantamiento de los cadáveres para establecer su identidad, así como también ubicar si la unidad usada para este hecho tiene reporte de robo.
Cabe mencionar que esta no es la primera vez que grupos criminales abandonan autos a los que les prenden fuego con cuerpos en su interior, pues el pasado 21 de septiembre, durante la madrugada, dos vehículos fueron incendiados y abandonados: uno a un costado de la presidencia auxiliar de Santa María Xonacatepec y otro más bajo un puente de la autopista Puebla-Orizaba. Los fallecidos, un total de 6, fueron relacionados con actividades criminales, principalmente robo de transporte de carga.
Al día siguiente, el 22 de septiembre, apareció una camioneta con dos cadáveres en inmediaciones del Mercado Hidalgo. La unidad era una camioneta Kia, color negro, con placas del Estado de México, que fue usada para «levantar» a César Eduardo Garrido Celya frente al restaurante Mochomos, de Plaza Solesta, en la Vía Atlixcáyotl el 8 de septiembre.
Antes de todos estos casos, la madrugada del 9 de septiembre apareció un auto Aveo, color guinda, en llamas frente al Complejo Metropolitano de Seguridad Pública C5i, ubicado en el Periférico Ecológico, dentro del cual se encontró el cuerpo de César Eduardo Garrido Celaya, quien era investigado por la FGE por robo de transporte de carga y vinculado con otros crímenes violentos, en especial el de «El Jaguar» en el casino Big Bola de Sonata, en Lomas de Angelópolis.
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