La ciudad está a la espera una nueva legislación para reducir el tráfico de buses y crear un estacionamientos fuera de la ciudad para estos vehículos.
París intentará prohibir la entrada de buses turísticos al centro de la ciudad para animar a los visitantes a caminar o a moverse en bicicletas o transporte público, en respuesta a las quejas vecinales por las molestias que genera el turismo de masas, afirmó el vicealcalde de la capital francesa.
Emmanuel Gregoire dijo al diario Le Parisien que la situación en París no es tan mala como en ciudades invadidas por los turistas como Venecia o Barcelona, pero que los parisinos están preocupados por el flujo de buses turísticos.
“Ya no queremos la anarquía total de los buses turísticos en París”, afirmó Gregoire. “Los autobuses ya no son más bienvenidos en el corazón de la ciudad”.
En París circulan decenas de buses turísticos de dos plantas que trasladan a los turistas entre sus principales monumentos, además de los autobuses internacionales que transportan a los viajeros que llegan desde toda Europa.
Gregoire dijo que la ciudad está a la espera una nueva legislación para reducir el tráfico de buses y que creará estacionamientos fuera de la ciudad para que no tengan que volver a entrar al centro.
La nueva ley francesa de movilidad dará más poder a las autoridades locales para regular el tráfico local y nuevas opciones de transporte como las bicicletas alquiladas y los patinetes eléctricos.