El Cereso de Tlaxcala obtuvo una calificación de 8.32, aunque también reportó mala calidad de los materiales e higiene de las instalaciones.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) detectó que los tres Centros de Rehabilitación Social (Ceresos) de Tlaxcala, carecen de canales de queja por violación de derechos, materiales e instalaciones higiénicas y programas de desintoxicación voluntaria.
De acuerdo al Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019, los Ceresos de la entidad mejoraron su calificación este año al obtener un promedio de 8.07 puntos de 10, por lo que se ubicaron encima del promedio nacional de 6.75 puntos y en la segunda mejor posición nacional. Sin embargo, los tres centros comparten deficiencias.
En particular, el Cereso de Apizaco obtuvo la calificación individual de 7.85 debido a que reportó deficientes condiciones en materiales e higiene de las instalaciones, e insuficiencia de personal de seguridad y custodia, además de que son deficientes los programas para reinserción social y desintoxicación así como las medidas para la atención de mujeres o menores de edad que viven con ellas.
El Cereso de Tlaxcala obtuvo una calificación de 8.32, aunque también reportó mala calidad de los materiales e higiene de las instalaciones, no existen medios para presentar una queja por abuso o violación de derechos humanos y el personal de seguridad o custodia es insuficiente. Por su parte, el Cereso Femenil obtuvo en la revisión de este año una calificación de 8.05 y la CNDH detectó seis observaciones.
Además de que no existen vías para la remisión de quejas, la CNDH detectó malas condiciones de higiene y el personal de seguridad es insuficiente; del mismo modo que en los tres Ceresos, en el Femenil son deficientes los programas para la prevención de las adicciones y desintoxicación voluntaria son deficientes, además de que son insuficientes o no existen programas para actividades deportivas y recreativas, y hay una deficiente separación entre las mujeres procesadas y sentenciadas.
Ceresos de Puebla a la baja.
Por su parte, los Ceresos de Puebla obtuvieron una calificación de 6.03 puntos y una tendencia de mejoras a la baja, ubicándose en la posición 29 nacional.
La CNDH destaca que en el historial de evaluaciones los Centros de Puebla no han salido de la calificación promedio de 6; en 2011 obtuvieron una calificación de 6.99 para caer este 2019 a 6.03. De los 12 centros penitenciarios o de reinserción social seis tuvieron calificaciones reprobatorias: se trata de los centros de Tehuacán (5.91) y Acatlán (5.25); y los penitenciarías de Huauchinango (5.85), Tecamachalco (4.73), Tetela de Ocampo (5.51) y de Zacatlán (4.94). Por su parte, el centro de Puebla obtuvo 6.69 puntos; de Ciudad Serdán 7.13; Cholula 6.03; Teziutlán 6.06 y Zacapoxtla 6.04. Solo el Cereso de Tepexi obtuvo una calificación positiva de 8.17.
Las fallas que la CNDH detectó en los centros tienen que ver con la sobrepoblación y el hacinamiento que existe en el Cereso de Puebla, Tehuacán, Cholula, Acatlán, Tetela, Teziutlán y Zacatlán. Asimismo, persisten las deficiencias para la separación entre hombres y mujeres, servicios de salud, falta de prevención de violaciones de los derechos humanos, y fallas en los rubros de que garanticen una estancia digna, condiciones de gobernabilidad e insuficientes actividades laborales y deportivas.
Además, hay deficiencias para la atención de personas adultas mayores e insuficiencia en los programas de desintoxicación voluntaria y prevención a las adicciones, y deficiencias en la separación entre procesados y sentenciados.