Aunque esta capilla a simple vista luce humilde, por sus techos de vigas y tejamanil, en su interior alberga verdaderos tesoros.

Se encuentra ubicada en Nurio, en el municipio de Paracho, región habitada por la etnia purépecha, durante la época prehispánica.

Me refiero a la Iglesia de Santiago Apóstol en Nurio, Michoacán, éste recinto religioso tenía alrededor de 500 años de historia. Es probable que este templo fuera obra de los Franciscanos, aunque no se tiene con certeza, ni su fecha exacta de construcción.

Detrás de esta iglesia se encuentra la Capilla de la Inmaculada Concepción, también conocida como la Capilla Sixtina de Michoacán por sus imágenes y pinturas de santos.

Aunque esta capilla a simple vista luce humilde, por sus techos de vigas y tejamanil, en su interior alberga verdaderos tesoros como su tableramen policromado en colores azul cielo y blanco, su estofado con lámina de oro y columnas salomónicas de estilo barroco.

Además, la iglesia se distinguía por sus figuras geométricas y su representación solar en la sección central del sotocoro y sus retratos del obispo de Aguiar y Seijas, del arcángel Rafael y santa María Magdalena, en oleos sobre tela.

Sus bardas son de piedra y cemento; mientras que su portón labrado data del siglo XVI, por otra parte, el bautisterio, imágenes, ventanas y artesonado eran de madera dorada y policromada.

Este templo era considerado además patrimonio cultural de Michoacán, pues era una de las últimas iglesias virreinales del siglo XVI.

Cabe destacar que fue sede del Tercer Congreso Nacional Indígena y fue punto de paso de la caravana del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

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