Podrían tener su origen en Egipto: la primera fue diseñada por Herón de Alejandría para dispensar agua bendita en templos. 

Seguramente te has encontrado con alguna máquina expendedora de chicles en algún centro comercial o alguna tienda o farmacia cercana a tu casa, ¿te has preguntado, el origen de éstas?

Pues yo aquí te lo digo.

Las máquinas expendedoras podrían tener su origen en Egipto, pues la primera de ellas de las que se tiene constancia escrita fue diseñada por Herón de Alejandría para dispensar agua bendita en los templos de Tebas y el alto Egipto.

A pesar de éste inicio, las máquinas expendedoras se desarrollan con la Revolución Industrial. En Londres, Inglaterra, al principio de la década de 1880, se empezó a utilizar las primeras máquinas modernas que vendían tarjetas postales.

En Estados Unidos, en 1888, la compañía Thomas Adams Gum Company instala máquinas dispensadoras de chicle de goma de mascar en los andenes del metro de Nueva York.

En 1897, se añaden unas figurillas animadas a las máquinas para llamar la atención y favorecer la compra.

En 1907, se introdujeron los chicles en forma de bolas de colores recubiertos de una capa de caramelo. Poco después las máquinas expendedoras ofrecían todo tipo de artículos.

Fueron patentadas en 1923, Norris Manufacturing Company, produjo su línea “Máster” de máquinas de chicle de cromo durante la década de 1930. Estas máquinas podían aceptar monedas de varias denominaciones.

Fundada en 1934, la Ford Gum and Machine Company de Akron, Nueva York, fue otro de los primeros fabricantes de máquinas de chicle en los EE.UU. La marca Ford tenía un distintivo color cromo brillante; las ventas de chicles de Ford se destinaron a organizaciones locales de servicio, como el Club de Leones y Kiwanis International.

Esta máquina consiste en una esfera transparente, originalmente de vidrio, ahora más a menudo de plástico, que está llena de chicles, colocados sobre una base metálica.

La moneda se inserta en la base y la manija se gira en el sentido de las agujas del reloj 360 grados, depositando la moneda en la base de la máquina y permitiendo que un chicle o una baratija se dispensen en una rampa en la parte inferior de la máquina que está cerrada por un pequeño colgajo de metal.

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