El proyecto arquitectónico es realizado por José Villagrán García, mientras que las esculturas son de Luis Ortiz Monasterio.
En la esquina que conforma Avenida de los Insurgentes, Sullivan y Villalongin, se encuentra un parque, el del Arte, y ahí mismo, se encuentra un monumento, el de la madre.
En México, la idea de rendir un homenaje a la mamás con un monumento, nace en el año 1922, cuando el entonces Secretario de Educación Publica, José Vasconcelos y el periodista Rafael Alducin, fundador del diario Excelsior, buscando rendir homenaje de amor y ternura, fomentan la celebración a las madres el 10 de mayo.
Ese mismo día, pero de 1944, el entonces presidente Manuel Ávila Camacho coloca la primera piedra de lo que sería el monumento a la madre, y cinco años después lo inaugura Miguel Alemán Valdés, entonces presidente de México, el 10 de mayo de 1949.
El proyecto arquitectónico es realizado por José Villagrán García, mientras que las esculturas son de Luis Ortiz Monasterio, triunfadores del certamen convocado por el periódico Excelsior en 1948.
El muro, las torres y las esculturas son de cantera de recinto.
Se conforma por tres esculturas, un hombre de rasgos indígenas en posición de escribir, una mujer también con rasgos indígenas, con una mazorca de maíz, símbolo de fertilidad, y la figura más grande es la de una mujer, la madre, con un niño en brazos, con un vestido largo y con rebozo.
Cuenta con una placa con la siguiente inscripción: “A la que nos amó antes de conocernos”, con fecha de inauguración del 10 de mayo de 1949, a esta placa se le añadió otra más, que lee: “Porque su maternidad fue voluntaria”.
El 19 de septiembre de 2017 colapsó por completo la escultura central del monumento a causa de un sismo que sacudió a la Ciudad de México.
El 21 de noviembre de 2018, el Gobierno de la Ciudad de México reinauguró el monumento. Fue reconstruido utilizando las piezas originales a partir de maquetas de trabajo y modelos perimetrales de volumetría.
El proyecto estuvo a cargo del arquitecto Gabriel Mérigo.