Mónica Lavín nos convida la historia de esta familia poco tradicional de inicios de los años sesenta, sus penurias, su infancia, las vacaciones, la decepción y el eterno amor.
Cada muerte de un ser querido es un distinto proceder. Cuando alguno de los padres muere, la orfandad impera al individuo. Siempre llega ese momento, de pequeño o cuando adulto. Simplemente desaparece aquel, aquella o aquellos que trazaron el camino; los que se llenaron de conocimiento y experiencias para poder dar vida; esos que disfrutaron, sufrieron y proveyeron. Se eclipsan sus figuras.
En Últimos días de mis padres (Planeta), la narradora padece consecutivamente la muerte de ambos. Primero su padre y un año más tarde la de su madre. El hospital, las afecciones, los médicos y el agotamiento, fueron parte de las atmósferas que eligieron para escabullirse de la vida; poco ideal para los hijos que los vieron cruzar el dolor. Tiempo después de haberlo sufrido, el proceder de la narradora fue resucitarlos a través del papel; una salida para aliviar la necesidad de absolver y entender a quienes le dieron la vida. La pretensión de traer a los padres muertos de nuevo a esta vida a través de los propios recuerdos.
En su obra más personal y emotiva, Mónica Lavín nos convida la historia de esta familia poco tradicional de inicios de los años sesenta, sus penurias, su infancia, las vacaciones, la decepción y el eterno amor. Es también este un retrato de la Ciudad de México que se transforma y mantiene a través de los años y los sucesos que la sacuden y moldean. Es una reconstrucción de lo vivido desde los ojos de una hija que añora la compañía de sus padres.
Al momento de que Lavín se reafirma como una de las escritoras más talentosas de su generación, en Últimos días de mis padres testifica que la literatura es una forma de celebrar la vida.
Mónica Lavín es autora de las novelas Café cortado (Premio Narrativa de Colima 2001), Hotel Limbo (2008), Yo, la peor (Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska 2010), Las rebeldes (2011), La casa chica (Planeta, 2012), Doble filo (2014) y Cuando te hablen de amor (Planeta, 2017), que fue finalista en la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa 2019; de los libros de cuentos Ruby Tuesday no ha muerto (Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen 1996), Uno no sabe (2003), La corredora de Cuemanco y el aficionado a Schubert (2008), Pasarse de la raya (2010), Manual para enamorarse (2012) y A qué volver (Tusquets, 2018); entre sus ensayos se encuentran Leo, luego escribo (2001), Apuntes y errancias (2009), Sor Juana en la cocina (2010), Cuento sobre cuento (2014) y las entrevistas de Mexicontemporáneo (2016). Actualmente es columnista del diario El Universal. Es profesora e investigadora en la Academia de Creación Literaria de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.