El inmueble que data de 1779, presentaba daños en la cúpula principal, torre campanario, barda atrial, muros de la nave principal, arcos, bóveda y lucarnas de desplante
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) concluyó la restauración del templo del siglo XVIII dedicado al Señor de Tepalcingo, localizado en el municipio de Xochiltepec,, el cual fue afectado por el sismo de 2017, de acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Cultura, el cual se reproduce a continuación:
Luego de un esfuerzo de mediano alcance, enfocado a solucionar retos técnicos, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del INAH, efectuó la entrega del templo dedicado al Señor de Tepalcingo, ubicado en la población de Xochiltepec, en Puebla, cuya intervención permitió resarcir los daños que registró tras el sismo del 19 de septiembre de 2017.
Durante la entrega oficial del inmueble histórico, el cual data del siglo XVIII, el director del Centro INAH-Puebla, Manuel Villarruel Vázquez, agradeció el interés de la comunidad y de su párroco para que las obras llegaran a feliz término, las cuales fueron supervisadas por el arquitecto Enrique Gómez Osorio y la restauradora Sarahy García Fernández.
Asimismo, destacó que con este acto, el Centro INAH Puebla cerró la entrega de los templos que se restauraron durante 2021.
El poblado de Xochiltepec se localiza junto a la laguna de Epatlán, al sur de la entidad, y el templo está edificado en el cerro Xochimiotzin. Fue en 1771 cuando los indígenas del lugar pidieron licencia para construir una ermita a la imagen del Señor de las Tres Caídas, y ocho años más tarde concluyeron las obras, por lo que el 22 de abril de 1779 se bendijo el templo por mano del sacerdote Mariano Anguiano. La fiesta de esta imagen tiene lugar el tercer viernes de cuaresma.
El templo tiene forma de cruz latina, su portada está formada por cuatro columnas imitando el estilo salomónico. A la derecha de la portada se ubica la torre campanario constituida por dos cuerpos; presenta cuatro pilastras decoradas con columnas estípite con arco de medio punto, coronado con una cúpula de tambor con base octagonal y cupulín. A la izquierda se localiza una espadaña de un solo cuerpo.
Al interior, el acceso al sotocoro cuenta con arco rebajado sobre impostas y la cubierta es de cañón corrido, sobre él se ubica el coro que tiene cubierta de bóveda de aristas. La nave consta de cuatro entre ejes con arcos fajones y pilastras laterales de basa y fuste liso; el primero, tercero y cuarto entre ejes cuentan con cubierta de bóveda de aristas, el segundo con cúpula de base octagonal con claraboya en cada uno de sus lados. En ambos brazos hay altares contemporáneos con cubierta de cañón corrido.
El altar mayor cuenta con un ciprés neoclásico, y el presbiterio está decorado con estuco, ahí se encuentra la imagen del Señor de Tepalcingo.
Asimismo, en otras partes se ubican las imágenes de San Pedro, San Pablo, la Inmaculada Concepción, la Virgen de los Dolores y Nuestro Padre Jesús, esculturas policromadas de carácter histórico. La edificación cuenta con cinco
campanas en su torre campanario.
A consecuencia del sismo de 2017, la iglesia sufrió fracturas en cúpula principal y en las diversas secciones de la torre campanario 28a y en la espadaña; además de fisuras y grietas en la hornacina de barda atrial, los muros laterales de la nave principal, los arcos, la bóveda, las lucarnas de desplante y su cúpula principal.
Los daños fueron atendidos mediante procedimientos de consolidación a base de material pétreo compatible con el existente en otras partes del edificio, morteros de cal, fibras artificiales y aditivos para mejorar las características de comportamiento de la solución aplicada en la intervención.
En la ceremonia de entrega de las obras, el cura Ismael Jiménez Hernández concluyó que “al reconstruirse un templo también se reconstruye la identidad de una población”.