Dejar la dependencia y fortalecer la soberanía. La ruta de México frente a TrumpFoto: Especial

Por: Raymundo Espinoza Hernández*

Las políticas del gobierno de los Estados Unidos de América encabezado por Donald Trump son un reto para nuestro país. Nuestro vecino del norte es un referente ineludible para entender la economía nacional y nuestra cultura.

Sin embargo, recientemente, la relación México-Estados Unidos ha tomado un rumbo diferente a la de los últimos 40 años. Toda vez que, para México, siendo ahora el principal socio comercial de Estados Unidos y con un Tratado comercial de por medio, llevar a cabo una política que optara por tomar distancia de los Estados Unidos era, cuando menos, complicado.

Hoy, la senda común de la política industrial basada en el nearshoring y el reacomodo de los cadenas de valor en el territorio nacional con los corredores que fortalecen las cadenas de valor y la industria de los Estados Unidos de América se encuentra en riesgo. Aunado a ello, el juego de los aranceles y el empleo de la especulación financiera, ejercen una presión considerable para la política nacional.

Pero vayamos a un aspecto más profundo, el juego de los aranceles, no por sí mismo sino por sus implicaciones, cuestiona los tratados de libre comercio y sus políticas, poniendo en duda su pertinencia, sin que exista claridad del gobierno de los Estados Unidos de América.

Cabe destacar que México lleva cuatro décadas planeando su economía en paralelo a las políticas económicas de Estados Unidos de América y el nearshoring. Las recientes modificaciones a dicha relación nos ponen en ruta para pensar otras vías de una política económica no subordinada al comercio con aquella nación. Es decir, ahora podemos proponernos desarrollar una política económica para diversificar a nuestros socios comerciales y, además, revisar nuestra política industrial para fortalecer la industria mexicana y el mercado nacional.

La ruta ya fue trazada durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador que proponía atender las necesidades del país con las capacidades nacionales y no desde la subordinación a Estados Unidos. El actual panorama político nos hace mirar de nuevo a dicha ruta, puesto que, en principio, no es viable ni correcto seguir el juego de “aranceles sí, aranceles no” llevado a cabo por el gobierno de Donald Trump, así como por la incertidumbre de lo que pueda perderse en el camino.

Desde la década de 1980, México reconfiguró su economía y la hizo dependiente de los Estados Unidos de América. Las importaciones y las exportaciones reconfiguraron las cadenas de valor y la industria. El impacto fue tal que sectores enteros de la industria nacional se perdieron, mientras que otros se fortalecieron pero por vinculación orgánica. Lo anterior nos llevó a depender del comercio con el país vecino y de su producción.

En este contexto, el gran reto es recomponer la industria nacional, fortaleciendo el mercado interno y diversificando el mercado externo, lo que implica un mayor énfasis en las capacidades y necesidades locales, con el fin de fortalecerlas o resolverlas con políticas soberanas frente al segundo mandato de Trump.

No obstante, el ejercicio de una política soberana que atienda las necesidades nacionales no sería algo nuevo en la historia de México, ya en el siglo XX, nuestro país llevó a cabo de manera exitosa el acto soberano de la Expropiación Petrolera. En ese entonces, México asumió la responsabilidad de llevar adelante la industria de los hidrocarburos, lo que le permitió llevar a cabo el desarrollo social y cultural del país con instituciones de educación superior y de seguridad social.

Si bien era un contexto distinto, es innegable que hoy México cuenta con la capacidad humana para desarrollar la industria, vías de comunicación y llevar a cabo una política de uso de recursos estratégicos, todo lo anterior con un gobierno comprometido con el interés público nacional.

Nuestro país transita un momento histórico de transformación y recomposición de las dinámicas de acumulación de capital y cuenta con las capacidades para aprovechar la coyuntura en beneficio del pueblo de México. No obstante, para llevarlo a cabo, esta administración necesita tener claridad del panorama geopolítico y asumir la responsabilidad de avanzar sin romper con la relación estratégica con Estado Unidos.

* Es licenciado en Derecho, especialista y maestro en Derecho Constitucional por la Facultad de Derecho de la UNAM. Además, es especialista en Derecho de Amparo y candidato a doctor por la Universidad Panamericana, así como politólogo por la UAM. Se ha desempeñado como profesor en la UACM, así como en las Facultades de Economía y Derecho de la UNAM. En su ejercicio profesional como abogado, ha impulsado la educación jurídica popular y la práctica de litigio participativo en diversos procesos colectivos de defensa del territorio. Cuenta con más de 70 publicaciones, entre libros, capítulos de libros y artículos.

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