Los zapotes negros son mi fascinación, y entrado el verano en Puebla, los encuentro en los mercados y, ahora también, en las fruterías de la 3 sur, entre 27 y 31 poniente.
@priesca1
Llegamos de la escuela a casa, una calurosa tarde de junio de 1967, y al pasar por la cocina a saludar, inmediatamente nos llegó la fragancia de la Enzapotada que mamá estaba preparando.
Peló la fruta con cuidado y pasaba la pulpa por un colador, para retirar semillas y fibra; la endulzó y después perfumó con jugo de naranja, además de media copita de moscatel.
Todo éste delicioso postre lo colocó en un tazón que puso sobre la mesa, esperando llegara papá para comer todos juntos.
Recién había pasado mi ‘Santo’ y abuelita Tere me regaló una pistolita con dardos, de esos que en la punta llevaban un chupón, mismo que yo disparaba con singular alegría sobre ventanas y toda aquella superficie, donde se pudiera sostener.
Maliciosamente, reté a mi hermana Vero, de cinco años, a disparar la pistolita en la Enzapotada: cuál sería mi sorpresa cuando el bendito dulce salpicó nuestras azoradas caras infantiles, mantel, paredes y piso que nos rodeaba!
Cuando llegó papá a comer, no me salvé de unos buenos cuerazos, con el cinturón que colgaba de un clavito en el comedor, y al que papá presentaba a todo visitante como ‘El amigo de los niños’.
Los zapotes negros son mi fascinación, y entrado el verano en Puebla, los encuentro en los mercados y, ahora también, en las fruterías de la 3 sur, entre 27 y 31 poniente.
Estas dos cuadras han evolucionado en los últimos 40 años, de destino de compras para abastecer los hogares, a un concentrado de comercios de la restauración, donde además de amas y amos de casa, aficionados a la cocina, ‘foodies’ o golosos personajes fanáticos del buen comer, así como compradores mayoristas de restaurantes y comedores industriales, se abastecen.
Busco zapotes negros, firmes y con una piel brillante de color verde claro, que pondré a terminar de madurar en la cocina, envueltos en hoja de periódico.
Una cosa tengo clara: la Enzapotada, esta vez, no volará por los aires!
Charlemos más de Gastronomía Poblana y ‘’a darle, que es Mole de Olla’’!
#tipdeldía: Fruterías de la 3 sur entre 27 y 31 poniente: zona comercial conocida por los poblanos como ‘del Perpetuo’, porque se encuentra en las cercanías del Templo del Perpetuo Socorro.
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ANTONIO RAMÍREZ PRIESCA en Ingeniero Bioquímico EXATEC en Alimentos, tine Diplomado en Cocinas Regionales de Mx ENA-INAH y es experto en Cocina Poblana. Lo encuentras en @laquintadesana1.