Comentó que la Fiscalía General del Estado, de enero a agosto de 2020, ha iniciado 6 mil 254 carpetas de investigación por el delito de violencia familiar.


La asociación civil “Ya Basta” de Puebla detectó ocho casos de pornografía infantil en el estado, durante el confinamiento por la pandemia de COVID19, por lo que alertó sobre el peligro que representan las clases en línea para los menores que no son vigilados por sus padres de familia.

En el marco del día internacional de Prevención del Abuso Sexual Infantil, se presentó dicha asociación liderada por Gabriela Aguilar Murillo, quien dijo que ahora los menores son más vulnerables al pasar mayor tiempo en las redes sociales y que pueden ser objeto de “depredadores sexuales”.

A las afueras de la Fiscalía especializada en Delitos Sexuales, Violencia Familiar y Violencia de Género, señaló que las ocho víctimas de pornografía infantil a las que han dado seguimiento fueron contactadas a través de internet, mientras estas se conectaban a sus clases en línea.

Comentó que la Fiscalía General del Estado, de enero a agosto de 2020, ha iniciado 6 mil 254 carpetas de investigación por el delito de violencia familiar, lo que implicó un incremento de 79 denuncias más, en comparación con el mismo periodo de 2019.

Mencionó que las cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 2019 ubican a Puebla como el tercer estado del país con más casos de pederastia, por ello señaló que aunque las políticas públicas existen, no son visibles; pues en la mayoría de los casos los procesos de atención a las víctimas son largos, cansados, complicados y sobre todo re-victimizan a los menores.

Señaló que la asociación solicitará al Congreso del Estado que se establezca el 3 de noviembre como el día estatal de prevención del abuso sexual; además que pedirán a la FGE se desglosen las cifras de los delitos familiares y se realicen investigaciones específicas para este rubro.

Ante este panorama dijo que es necesario que exista mayor comunicación entre padres e hijos para poder detectar riesgos o agresiones sexuales. Finalmente, expresó que también es necesaria mayor eficiencia en la procuración de justicia, ya que los casos dejan de denunciarse cuando se atienden forma lenta o se revictimiza a los menores.