Tras la batalla registrada en los Fuertes de Loreto y Guadalupe, y pese al triunfo, Zaragoza pidió refuerzo porque temía más ataques franceses
El 6 de mayo de 1862, a las 19 horas, llegaron refuerzos militares mexicanos a la ciudad de Puebla, ante el temor del General Ignacio Zaragoza de un nuevo ataque francés.
Por lo anterior llegó a la ciudad el General Florencio Antillón Santibáñez encabezando al Batallón de Guanajuato. Sin necesidad de intervenir recibió la orden de acuartelarse en Acatzingo dónde participó en la defensa de Puebla en las diferentes etapas hasta en sitio de 1963. Se encargó de vigilar las tareas de fortificación de la ciudad.
A la par, durante el día posterior a la refriega en el cerro de Loreto, se realizaron los interrogatorios a los 35 soldados franceses tomados prisioneros durante la batalla del 5 de mayo.
También se difundió el saldo de la contienda. El ejército de Oriente reportó 83 muertos, 132 heridos y 12 desaparecidos. En tanto que el Ejército francés tenía: 172 muertos o desaparecidos y 304 heridos.