Trabajé en el desaparecido Sistema de Información y Comunicación (Sicom). Desde 2002, tras la desaparición de El Universal de Puebla, hasta que concluyó el sexenio de Melquiades Morales Flores en 2005
@ferperezcorona
Trabajé en el desaparecido Sistema de Información y Comunicación (Sicom). Desde 2002, tras la desaparición de El Universal de Puebla, hasta que concluyó el sexenio de Melquiades Morales Flores en 2005
En esos casi tres años, creamos un portal de noticias y vi el nacimiento del canal 26. Con poco equipo, poco personal y pocos recursos, empujamos una oferta periodística honesta y plural.
En tanto, en las otras áreas se hacían propuestas para tratar de llenar la barra programática o parrilla, en las mismas condiciones: sin trabajadores suficientes, ni equipo, como tampoco presupuesto.
A casi 15 años de su nacimiento, Canal 26 vivirá su primera transformación con la llegada de Luis Miguel Barbosa a la gubernatura. De entrada, tras la renuncia de Sandra Izcóatl, entró al cargo Pedro Gómez Castillo, desde el 13 de junio, cuando todavía corría la administración interina del gobernador de Guillermo Pacheco Pulido.
En mes y medio, prácticamente no sucedió nada extraordinario, aunque eran predecibles algunas cosas, como la salida de la mayoría de los conductores, como Patricia Estrada, quien, por cierto, asumió la Dirección de Noticias de Radio Oro.
Sin embargo, desde el pasado jueves, la 4T se hizo sentir en el 1910 de la Vía Atlixcáyotl. De entrada, las cartas de renuncia se multiplicaron, a petición de parte, como sucede en cada cambio de gobierno, sin que esta medida tenga una justificante legal.
Y con este antecedente, inició la depuración de personal, lo que ha generado rumores sobre la causa de las bajas, como que es consecuencia de haber tuiteado o posteado algo en contra del otrora candidato de Juntos Haremos Historia o a favor de sus contrincantes.
Pero, no. No es venganza, ni tampoco al azar. Empezó por plazas ocupadas por verdaderos “aviadores”. Hombres y mujeres que nunca fueron vistos en este organismo; pero que cobraban sueldos superiores al promedio de la planta laboral.
Y continúa con la necesidad de disminuir el presupuesto, por lo que en “radio pasillo” calculan que Puebla Comunicaciones tenía más de 300 personas en esta obesa nómina, por lo que la instrucción es reducir la plantilla a casi la mitad.
Cualquier empleador tiene el derecho de despedir a sus trabajadores y éstos a dejar sus plazas, porque así conviene a sus intereses; sin embargo, en ambos casos hay compromisos y obligaciones.
Ojalá y la 4T haga de Puebla Comunicaciones, que, para mi, sigue siendo Sicom, en un organismo de altura, a la altura que quiere el nuevo gobernador de Puebla, a la altura de la sociedad poblana. Que así sea.
Un nuevo comienzo
Todo nuevo, esa frase usó Luis Miguel Barbosa para definir lo que quiere hacer en la gubernatura de Puebla. Y de esta manera comprendí por qué el 31 de julio, cuando estaba terminando el gobierno interino encabezado por Guillermo Pacheco Pulido, de la cuenta de la Secretaría de Seguridad Pública, de la cuenta oficial en Twitter, desaparecieron todos los mensajes.
Borrón y cuenta nueva, concluí. Y en el mensaje de Barbosa supe que no se trata de ocultar la inseguridad imperante en Puebla, sino reconocer la situación, no sólo pensar que es una percepción, sino que es una realidad y que se debe atender de inmediato.
Con esa misma idea, el jueves pasado el nuevo Gobierno abrió otra cuenta @Gob_Puebla, que a esta hora suma poco más de mil 100 seguidores. Lo de Redes Sociales pude sonar trivial, pero no lo es
Tiene implícito un mensaje de que se quieren hacer las cosas de manera diferente. Sin la ostentación pasada, sin la presunción de ayer.
Pero, más allá de las formas, hay que analizar más la propuesta. De entrada, queda claro que la reconciliación no significa perdón y olvido. De ahí que ahora sepamos que tenemos una deuda de 44 mil millones de pesos. La mirada de Barbosa está puesta en desenmascarar los actos de corrupción y señalar a los culpables.
Más de uno debe estar tronándose los dedos. Eso, ni duda cabe. Y más cuando el líder ya no está entre los que están nerviosos. Más de uno pensará que es posible un acuerdo político. Y es poco probable que suceda, porque para hacerlo se necesita capital político y ninguno lo tiene.
¿Los poblanos conoceremos la verdad? ¿En verdad sabremos la cantidad exacta de los adeudos? ¿Despejaremos nuestras dudas sobre el supuesto espionaje que hubo en el sexenio morenovallista? ¿Limpiaremos los nombres de los presos políticos? ¿Sabremos el tamaño de los moches en las megaobras que se hicieron sobre todo en esta capital?
Hay tantas cosas que no sabemos que es difícil creer en que conoceremos toda la verdad. Sin embargo, de entrada un compromiso y el nuevo mandatario tiene voto de confianza. El jueves, inició un nuevo gobierno, es un nuevo comienzo, ojalá y tenga un final magnifico, la historia de 5 años 4 meses y 13 días, empezó.
Y recuerde: nadie es completamente bueno, ni completamente malo
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Fernando Pérez Corona. Periodista. Correo electrónico: ferperezcorona@hotmail.com
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