Habrá música con Deni Valo, la Batucada lesbofeminista, un grupo de rock y un baile festivo para convivir en su local ubicado en la 6 Norte número 2217, del barrio de Xanenetla

Nombrar para existir. Saber que, si deja de hacerlo, se corre el riesgo de seguir siendo invisible. Bajo esa consigna, cada vez más fuerte y más clara, El Taller cumple once años de hacer activismo y tener incidencia política en torno al lesbofeminismo.

Ese, dice Mónica Ponce, miembro desde hace más de siete años de esta asociación, es el objetivo de este espacio que, tras dejar su sede en el Centro Histórico para habitar un espacio en el barrio de Xanenetla, trabaja para visibilizar y sacar una agenda política que proteja, reconozca y beneficie a este sector social.

Durante una entrevista, señala que nombrar el lesbofeminismo es hacerlo existir, porque si se deja de nombrar, entonces seguirá siendo invisible ante los ojos del otro. “Quienes estamos en la organización vivimos violencias, algunas más y otras menos, pero todas tenemos una doble discriminación y violencia: por ser mujeres y por nuestra identidad sexual”, apunta.

Destaca que estos once años de El Taller se suman a la labor que comenzó con su fundadora Gabriela Cortés, quien de manera personal desde hace por los menos tres décadas ha “visibilizado” su lesbianismo, “reconociéndose y trabajando por hacer un lugar para hablar del continuo lesbiano, para nombrar el amor de mujeres hacia otras mujeres que no es precisamente sexual, y para hacer la revolución en la que solo necesitas a una amiga”.

En este objetivo, acota Ponce, las integrantes de esta asociación se reconocen radicales y separatistas, dos términos que usualmente “causa problemas” a las personas en general.

Ambos conceptos, continua, tiene que ver con reconocer las diferencias que existe en cada una, y aun con ellas, participar de manera activa, pues el reconocimiento se da en el contexto político. “Hemos existido estos once años y nos preguntamos cómo le hemos hecho. En mi caso, con siete años en la organización, sé que es lo que mantiene de pie: hacer activismo, salir a las calles, acompañar a las madres de mujeres asesinadas, hacer justicia, abrazar a la otra, pues es algo que se mete al estómago, que no deja dormir y mantiene de pie”.

En ese sentido, indica que en El Taller la acción y el arte han sido dos herramientas de trabajo y lucha. Acota que ambas tareas, más que desgastar, son las formas que han encontrado para “recargarse” todos los días, para salir a gritar, a marchar, irrumpir las oficinas y las cabinas radiofónicas desde donde se emiten formas machistas y violentas.

“Todos los días hay algo, como esta semana que está enfocada a los once años, a celebrar que estamos vivas”. Mónica Ponce refiere que pensar en el futuro, es pensar en algo próximo.

Es cambiar el logotipo y el lema para llamarse El Taller de las Nahualas: tejiendo alianza, creando sueños; y es seguir tejiendo redes con otras mujeres que son de otros estados y de otros países, con colectivos en donde han encontrado cobijo.

También, continuó, es impulsar las Autodefensas para niñas y adultas “porque vivimos en un estado de violencia, porque ahora con el arribo de (la gobernadora panista) Martha Érika Alonso Hidalgo, esposa de un asesino, de un robot –Rafael Moreno Valle– hay que estar alertas, vivas, sin caer en la paranoia, pero con la mirada de frente”.

El Taller, adelantó Ponce, alista su octava Escuelita feminista; sus Escuelitas para niñas y niños para construir nuevos vocabularios; la Marcha de las putas que ocurrirá en noviembre; capacitaciones a empresas, y el estreno de al menos tres puestas en escena, particularmente de cabaret y de obras como Macario, de Juan Rulfo, pues el “teatro seguirá siendo utilizado como una herramienta para hacer conciencia”.

Para marcar el aniversario, la activista, dramaturga, directora y actriz informó que el próximo sábado 15 de diciembre, a partir de las 19 horas, se harán varias acciones, esta vez de tono festivo: una bienvenida, taquiza y cerveza, un brindis, partida de pastel y ponche; también se proyectará un video sobre estos once años, se darán adelantos para 2019, y habrá un invitado especial “tabasqueño”.

Para cerrar, habrá música con Deni Valo, la Batucada lesbofeminista, un grupo de rock y un baile festivo para convivir en su local ubicado en la 6 Norte número 2217, del barrio de Xanenetla.

Para asistir, habrá una preventa de entradas que tienen un costo de 100 pesos. Si hay quien no pueda cubrir dicha cantidad, se puede hablar a El Taller y proponer algún intercambio. Todos los informes están disponibles en su cuenta de facebook: El Taller AC.

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