Según «Índice de los derechos de la niñez 2022, cinco años de incumplimiento de derechos«, realizado por los investigadores Mario Luis Fuentes Alcalá y Saúl Arellano Almanza.
Puebla y Tlaxcala forman parte de las 14 entidades en las que se rebasó el promedio nacional de niños, niñas y adolescentes en pobreza. Las que registraron los peores indicadores fueron Chiapas, donde el 84.3 por ciento de la población infantil y adolescente se encontraban en condición de pobreza; Oaxaca con 74.5 por ciento, Guerrero con 74.2; Veracruz con 68.7 y Puebla con 67.7 por ciento, mientras que Tlaxcala, con el 61.6 por ciento, ocupa el lugar 13 con los mayores porcentajes de su infancia en pobreza.
Lo anterior forma parte del «Índice de los derechos de la niñez 2022, cinco años de incumplimiento de derechos«, realizado por los investigadores de la UNAM, Mario Luis Fuentes Alcalá y Saúl Arellano Almanza, quienes analizaron las condiciones de derechos humanos, infancia digna y desarrollo de la niñez en México.
Una de las primeras críticas es que en el país impera una perspectiva «adultocéntrica», es decir, las políticas públicas se basan en las necesidades y la proyección de los adultos en los entornos, subordinado derechos de otras poblaciones al sector considerado más productivo, lo que ha implicado el detrimento de los derechos de las infancias.
Los datos refieren que el porcentaje de las infancias en pobreza en los estados de Puebla y Tlaxcala supera al porcentaje de personas mayores de 18 años, por un lado, la pobreza afecta a casi el 70 por ciento de las niñas, niños y adolescentes en Puebla mientras que la pobreza afecta al 57 por ciento de los mayores de 18 años.
Del mismo modo, en Tlaxcala incluso la pobreza es desigual según la edad: pues 65 por ciento de su población infantil vive en esta condición mientras que la población mayor de edad es de 52 por ciento.
Sin embargo, los niveles de pobreza en Puebla y Tlaxcala son superiores entre la población de cero a cinco años; en la primera entidad 70.6 por ciento de la niñez vive en pobreza multidimensional y, en la segunda, se trata del 63.3 por ciento, lo que las ubica en las posiciones 4 y 8 en el ranking nacional.
Estos porcentajes están relacionados con las condiciones de los hogares: en el mayor número de estos existe vulnerabilidad por carencia de seguridad social, ingresos laborales bajos de los hogares, vulnerabilidad por carencia a una nutrición de calidad y rezago educativo, social, de vivienda y salud.
Los investigadores reiteran que las condiciones de la niñez no han cambiado en los últimos cinco años, lo que habla de una deficiencia de las políticas sin perspectiva de las infancias.