El proyecto al que se le invirtieron más de 17 mil millones de pesos para albergar a los trabajadores de Audi en Puebla hoy luce calles vacías.
En un conjunto de calles desiertas, parques y andadores sin niños, condominios desocupados, una central sin autobuses, un centro comercial sin terminar y edificios públicos en deterioro se convirtió la llamada Ciudad Modelo, el proyecto emblema del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
La postal del último informe de labores del también ex senador de la República, el 15 de enero de 2017, contrasta con la realidad actual.
Aquel día solo sus invitados especiales, entre los que destacaban gobernadores y ex funcionarios federales, que llegaron a San José Chiapa en helicópteros, lograron ingresar al Centro de Convenciones, edificio del complejo que hoy luce sin mantenimiento y cubierto por el polvo.
De la opulencia al deterioro
El abandono de Ciudad Modelo hoy coincide con la muerte del ex gobernador Rafael Moreno Valle y de su esposa la también ex gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo el pasado 24 de diciembre al desplomarse el helicóptero en que viajaban.
Caminar por las calles del proyecto en el que se invirtieron más de 17 mil millones de pesos es como deambular por un pueblo fantasma, según confirmó e-consulta a través de un recorrido.
El 15 de enero de 2017 fue imposible para extraños hacer un recorrido por la zona.
Un fuerte operativo de seguridad impidió a pobladores de San José Chiapa y activistas acercarse al último informe del ex mandatario.
El ruido de los helicópteros Augusta y Bell que transportaban a invitados especiales se repetía en un intervalo de cada cinco minutos. Una vez a ras de piso los visitantes eran llevados en camionetas al Centro de Convenciones de Ciudad Modelo.
Solo unos cientos de personas pudieron ingresar al inmueble inaugurado con bombo y platillo.
Dos años después, en una tarde de febrero de 2019, un pájaro muerto yace en una de las entradas del inmueble que tuvo un costo de 244.6 millones de pesos.
Central de autobuses vacía
Un policía auxiliar cuida la entrada a la Central de Autobuses.
Ninguno de los andenes está ocupado y tampoco hay corridas marcadas para el resto del día.
Ante la escasa presencia de visitantes al complejo, el guardia de seguridad está a punto de dormirse en su silla.
Con casi nada que hacer no se percata de la presencia de curiosos, su labor se redujo a custodiar el edificio inerte, cuya construcción tuvo un costo de 244.6 millones de pesos.
Los autobuses de la línea ADO que transportan a trabajadores a la planta de automóviles de lujo Audi no hacen parada en la Central de Ciudad Modelo.
Solo hay un punto de llegadas y salidas: la explanada de la planta.
Departamentos desocupados
En las maquetas virtuales con las que se vendió la idea Ciudad Modelo como un proyecto moderno y de vanguardia las calles inteligentes dividían al complejo. En la realidad el pasto crecido y los montones de arena separan a una construcción de otra.
Tras un montículo entre la Central de Autobuses y el Centro de Convenciones se ubica la zona habitacional, en la que se pretendió construir más de 5 mil viviendas con tecnología bioclimática y ecológica.
En las ventanas de los departamentos abundan los anuncios de “se renta” y solo uno de los edificios centrales tiene un número significativo de domicilios ocupados, los restantes están vacíos.
Otro policía auxiliar se encuentra en la caseta pendiente de cualquier auxilio.
Pocos automóviles hay estacionados y un parque entre los edificios se observa sin niños o personas en esparcimiento.
Ambas imágenes dan mayores evidencias de la ausencia de trabajadores y de sus familias para quienes fue pensada la zona habitacional.
Hotel con baja ocupación y sin actividad económica A unos 300 metros del conjunto habitacional se encuentra el hotel de la cadena La Quinta.
Desde el Centro de Convenciones se observa un par de vehículos estacionados, así como algunas habitaciones con las cortinas abiertas.
Sin embargo, ningún comensal se encuentra en la terraza del que fue pensado como un hotel de lujo y de negocios.
En la Plaza Principal de Ciudad Modelo, que a su vez funciona como un organismo público descentralizado que administra los servicios y cobra impuestos de cinco municipios, se ubica un centro comercial con locales que no han sido rentados.
Hasta el momento ningún negocio ha decidido abrir sus puertas en este lugar, donde incluso una estructura de herrería que se ubicaba en la parte central cayó al suelo sin que alguna autoridad tome la decisión de levantarla.
La misma realidad se observa en el edificio que albergaría una cafetería de la cadena Coffee York, construcción que también sufre los estragos de la falta de mantenimiento.
A un costado se ubica el Parque Lineal con costo de 71 millones de pesos, donde una parvada de patos nada en su estanque de agua, casi ajenos a la presencia de humanos.
Espacios públicos y oficinas vacíos
El zócalo de Ciudad Modelo es la viva imagen del resto de la obra emblema del sexenio anterior.
En la plaza pública que tuvo un costo de construcción de 45 millones de pesos solo hay un policía auxiliar.
Una placa con la leyenda “Zócalo Ciudad Modelo, San José Chiapa” da cuenta del sitio en el que están parados los visitantes.
En el área de juegos están ausentes los niños, no funciona la cafetería y la biblioteca que se encuentra en el lugar está vacía.
Los guardias de seguridad usan sus radios comunicadores para advertir la presencia de extraños que son seguidos discretamente, desde su ingreso hasta su salida.
A un costado, en el Centro Integral de Servicios (CIS) una persona realiza trámites.
Aquí no hay largas filas como en las oficinas centrales de la Secretaría de Finanzas y Administración en Puebla capital.
Por ello las cajeras se encuentran desocupadas en un edificio que tuvo una inversión de 40 millones de pesos.
En el Centro de Salud (Cessa), con costo de 27 millones de pesos no hay pacientes, mientras que la Unidad de Clínica Familiar del IMSS con una inversión de 69.2 millones de pesos nunca abrió sus puertas.
Escuelas aún funcionan
La poca vida que aún tiene Ciudad Modelo la dan los estudiantes del Centro Escolar “Dr. Rafael Moreno Valle” y de la Universidad Tecnológica Bilingüe Internacional y Sustentable.
Los jóvenes caminan por las calles para llegar a sus aulas pero una vez que termina la jornada escolar suben a los autobuses para regresar a sus lugares de origen.
Su salida da paso a la soledad de la noche y el velo que hoy cubre al proyecto punta de la administración morenovallista.