Estas especies se encuentran principalmente en los municipios de Chiautempan, Huamantla, Teolocholco, Ixtacuixtla, San Pablo del Monte y Nanacamilpa,


En los bosques de Tlaxcala existen 46 especies de hongo silvestre comestible, 13 especies de nueva catalogación con registros que datan de 1585 e historias de prohibición por la iglesia católica.

De acuerdo al catálogo “Hongos silvestres comestibles en Tlaxcala” de la Fundación Produce Tlaxcala y el Inifap, en la entidad el hongo comestible silvestre pasó de los bosques a las parcelas, y de estas a los mercados de Apizaco, Tlaxcala, Chiautempan y Huamantla para permanecer en la actualidad como producto típico de la región.

En la entidad existen 46 especies de hongos silvestres comestibles, 13 de ellos son de nueva catalogación: Amanita rubescens; Boletus edulis o Pancita de vaca; Suillus brevipes; Cantharellus cibarus o Tecosa; Ramaria Flavia; Lactarius subdulcis; Lycoperdon perlatum o pedito de monja; Russula alutacena; Russula bevripes o corneta blanca; Clitocybe gibba o señorita; Collybia driophylla o Kumm; Lacaria amethystina o Xolete y Lyophyllum decastes o clavito.

Estas especies se encuentran principalmente en los municipios de Chiautempan, Huamantla, Teolocholco, Ixtacuixtla, San Pablo del Monte y Nanacamilpa, otras en la zona boscosa de la Malintzi y se recolectan en el periodo junio – agosto.

De acuerdo al estudio, los hongos son importantes en el ecosistema porque participan en el proceso de degradación de la materia y reciclamiento de nutrientes, o formando asociaciones con otras especies de maíz, frijol o árboles frutales para su conservación. Por una obra de teatro náhuatl del siglo XVI se sabe que los hongos se empleaban para rituales de iniciación por sus propiedades alucinógenas.

Según el catálogo, la iglesia católica prohibió su uso en las ceremonias de bautizo. De acuerdo a sus propiedades los hongos han sido catalogados y resguardados en Tlaxcala.

El hongo Xolete, por ejemplo, es poco consumido en Tlaxcala aunque en Europa es apreciado por su sabor a bosque de pino donde crece entre la sombra y la humedad del volcán, o el Pancita de vaca que se consume en Italia; otros, como las especies Russala, producen irritación gastrointestinal.

El hongo clavito tiene un sabor dulce, es pequeño y redondo; sobre la tierra se ve como un manojo de cabezas de clavo amarillo, sin embargo, hay registro de que puede provocar trastornos gástricos.

Los hongos usados por sus propiedades medicinales son el llamado Pedito de monja que crece en los bosques de Apizaco, Calpulapan, Tlaxcala, Tlaxco y Chiuatempan, y que sirve como cicatrizante, o el hongo Tecosa que es muy buscado por su olor y sabor perfumado con sobrenombres que remiten al durazno, a lo amarillo o la lluvia.

El catálogo da cuenta de las especies para su conservación y para la difusión científica de las propiedades comestibles, medicinales, alucinógenas o venenosas del hongo silvestre comestible.

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