La multa va de los 50 hasta los 500 pesos como pena máxima, situación que motiva a ejercer esa práctica, indicó Osvaldo Padilla

El abigeato un problema imparable en Tlaxcala, por lo que es necesario reformar las leyes para fortalecer las penas por este delito, así lo indicaron organizaciones como Tlaxcala a Caballo y Pueblos Unidos de Tlaxcala.

Tan solo al mes se registran dos robos de caballo, expresó el médico veterinario Osvaldo Enrique Padilla Olivares.

Lamentó que existan poco interés a denunciar porque aunque los propietarios hagan ese proceso, no reciben ninguna respuesta por parte de la autoridad

Aunque los equinos han dejado de realizar trabajos de fuerza motriz para campo, actualmente se destinan a la recreación; el costo va de los 10 mil pesos en el caso de animales con entre 3 y 5 años hasta 20 mil pesos cuando ya tienen rienda básico, pero incrementa al hablar de razas.

En entrevista, explicó que si bien los equinos han pasado a segundo término como fuerza motriz para el trabajo en el campo y actualmente se destinan a la recreación; los costos pueden ir de los 10 mil pesos en el caso de animales con entre 3 y 5 años hasta 20 mil pesos cuando ya tienen rienda básico, pero incrementa al hablar de razas.

Por ello, consideró que las penas actualmente aplicadas por el robo de estos animales motivan la comisión del delito comúnmente conocido como abigeato. «Si su servidor ve un animal que me gusta y de forma hábil y mañosa me lo llevo a un terreno y la autoridad me ve en el acto hay una multa que va de los 50 pesos hasta 500 pesos como pena máxima«, explicó.

De acuerdo con el Código Penal de Tlaxcala, el robo de este tipo de especies tiene una pena de dos a cinco años de prisión, así como una multa de 144 a 360 días de salario cuando se trata de una cabeza; hasta 10 cabezas, la pena incrementa de cuatro a nueve años de cárcel y de 288 a 648 días de salario; y cuando sean más de 10 cabezas de ganado, la sanción corporal va de seis a 15 años de prisión, así como una multa de 432 a mil 080 días de salario.

Padilla Olivares recordó que hubo un proyecto de trazabilidad para identificar el ganado que no ha sido suficiente; mientras que de los cinco puntos de inspección zoosanitaria que existían hace 20 años, actualmente solo uno funciona. Esta situación, abundó, no solo facilita el robo de animales, sino que implica un riesgo para la transmisión de enfermedades.

«Se tendría que buscar la forma de reactivar esos puntos de inspección. Eran la puerta que cuidaba el ingreso de enfermedades al estado», debido que a si bien hay campañas obligatorias para el control de zoonosis, hay otras que no se alcanzan a identificar.

Si bien dijo que se desconoce la forma de operar de quienes roban caballos en Tlaxcala, sí están organizados o sí provienen de estados vecinos; comentó que la mayor parte de ellos son trasladados en vehículos. Por ello, consideró que el patrullaje de la policía municipal no es suficiente para prevenir este delito.

El médico veterinario reconoció que este tipo de robo no se denuncia, en parte porque no se conoce la ruta a seguir para reportarlo a las autoridades, pero también porque no ven resultados una vez que lo hacen.

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