Jueces, magistrados y personal del Poder Judicial de la Federación se pronunciaron en contra de la iniciativa de reforma judicial promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sobre todo porque tiene la intención de que el voto popular defina a las personas que deben ocupar estos cargos.
En la sede del Poder Judicial de la Federación (PJF), ubicada en San Andrés Cholula, Andrea Carmona Carmona, jueza de distrito y coordinadora de la Asociación Mexicana de Juzgadores, defendió la carrera judicial y la división de poderes.
«Estamos decididos a actuar hasta las últimas consecuencias ante la intromisión en la judicatura que pretende la sustitución en masa de los jueces y magistrados de carrera, lo cual es solo un acto propio de una tiranía.»
Desde su perspectiva, tratan de «disfrazar el despido masivo de juzgadores federales, encubierta en una pretensión de reforma constitucional», por lo que subrayó: «estamos de pie, orgullosos de nuestra trayectoria, de cumplir el mandato constitucional de proteger a las personas contra el arbitrario».
A la par, recordó que «cuando el Poder Judicial de la Federación deje de ser independiente, deje de ser control y freno del Poder Político, cuando sea servil, populista, consolide ideologías y partidos políticos, nadie de los que habitamos este País, incluidos quienes hoy promueven y alientan su desmantelamiento, tendremos seguridad en el respeto de nuestros derechos humanos».
Otro de los oradores fue el director de la coordinación de Jueces Federales de Distrito (JUFED), Alejandro Baltazar Robles, quien recalcó: «nosotros no rendimos pleitesía al Ejecutivo ni al Legislativo: somos su contrapeso».
Asimismo, recordó que los trabajadores de este poder «somos los encargados de velar por el respeto a la ley y por la impartición de justicia de manera imparcial, objetiva y con excelencia. Pero también somos personas con familias y responsabilidades que estamos preocupados por esta reforma que nos pone a todos en riesgo», pues también hay posibilidad de remover a los empleados, «aunque sean de base».
Al final, consideró que «el hecho de que los jueces sean elegidos por voto popular lleva a que se politice la justicia y que se pierda la imparcialidad que tanto nos ha costado construir«; además, «la reforma atenta contra los principios democráticos del estado de derecho y pone en peligro la separación de poderes en nuestro país», comentó.
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